Mascotas
¿Cómo debería agarrar a mi perro para no hacerle daño?
Nuestros compañeros peludos tienen una anatomía distinta, y es importante conocerla para no perjudicarles
Hablar de perros en general es un tanto precipitado, ya que existen cientos de razas de todas las formas, colores y tamaños que uno pueda imaginar. La alimentación, el nivel de atención y las necesidades básicas que requiere el cuidado de cada una de ellas, lógicamente, es muy distinta. Y no solo las diferencias se notan entre un pastor alemán un chihuahua, también entre un carlino y un bulldog. Las experiencias sobre estas mascotas de compañía parecen salidas de dos mundos aparte.
De todas formas, cada perro tiene su propia forma de ser individual, al igual que ocurre con las personas, y tanto el ambiente donde crece como la educación que le damos a nuestras mascotas influyen enormemente en su carácter y su nivel de obediencia. No existen razas 'malas', sino algunas más complicadas de llevar que otras. Por eso, para los dueños primerizos, no se recomienda nunca adoptar un can calificado como 'PPP' (Perro Potencialmente Peligroso).
Resulta entonces fundamental conocer las necesidades, las ventajas e inconvenientes del tipo de perro que se piensa adquirir antes de que forme parte de nuestras vidas, así como saber que su comportamiento cambiará a lo largo de los años. Muchas personas que, tristemente, abandonan a sus perros cuando ya no son cachorros, es porque no los educaron bien cuando aún eran pequeños y no saben lidiar con los frutos de su propia irresponsabilidad.
Estar bien informado acerca de los cuidados y necesidades básicas de nuestro perro es entonces una cuestión moral. Incluso partiendo de un enfoque mucho más egoísta, resulta necesario saber cómo mantener a nuestras mascotas sanas para que después no reporten problemas o enfermedades que, de otra manera, se podrían haber evitado.
¿Cómo debería coger a mi perro para no hacerle daño?
Una expresión coloquial para referirse a una persona que provoca cansancio con su forma de ser es decir de ella que "es más pesada que una vaca en brazos". Muchos perros pueden ser cargados por sus dueños sin problema, aunque otros, como los husky o los San Bernardo son casi imposibles de llevar en alto sin hacerse daño en la espalda. Hablamos de una raza que, en la edad adulta, puede pesar fácilmente lo mismo que un persona promedio.
Los seres humanos tenemos una distribución corporal de los órganos internos parecida a la de los cerdos, pero en nada tiene que ver con la de nuestros compañeros peludos. Por eso, se debe tener mucho cuidado al agarrar a un perro para llevarlo en alto, porque aunque a nosotros nos parezca que le estamos levantando de una forma segura, tal vez podríamos estar haciéndole daño.
Obviamente, aunque la distribución de las víscera sea distinta, a nadie se le ocurriría levantar del suelo a un can por una pata. Aún así, puede que sujetándolo de zonas que en un niño serían seguras, para el perro podrían resultar bastante molestas, incluso provocarle lesiones. Especialmente cuanto se trata de cachorros, hay que tener mucho cuidado para que se no mareen ni les disloquemos alguna articulación, ya que son mucho más débiles.
Desde la cuenta oficial de Patitas & CO (@patitas_comp), explicaban en un vídeo reciente en TikTok la forma correcta de coger a un perro para no causarle ninguna lesión, en unos pocos días ha acumulado ya más de 14 millones de visitas. Las profesionales de las mascotas explicaban que las articulaciones de los canes tienen una orientación y unos pliegues distintas a la de los humanos.
Si cogiésemos a un perro igual que a un bebé humano, podríamos fácilmente llegar a dislocarle el hombro. Jamás deberíamos sujetarlos por las 'axilas' entonces. Ni tampoco boca abajo, ya que se podrán marear, sufrir daños en la espalda y estarán mucho más nerviosos al colocarles en una orientación a la que no están acostumbrados. La forma correcta es pasándoles una mano por debajo del pecho y otra por detrás del rabo, sujetando las patas traseras con firmeza. Así, nuestro perro estará más tranquilo en brazos y evitaremos causarle ningún daño o molestia.
Cada mascota es distinta y tiene unas necesidades específicas, pero es fundamental conocer los rasgos comunes a todas las razas para ser un buen dueño y darle una vida digna y llena de salud a nuestros perros. De la misma forma que ellos nos hacen compañía y vigilan por nuestra integridad, es nuestra responsabilidad procurarles seguridad.
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