Mascotas

Si tu gato pone así la cola, aléjate, podría llegar a atacarte

El lenguaje corporal felino es muy distinto al de otras mascotas, y debe conocerse para evitar arañazos

Gato
Lenguaje corporal de los gatosPIXABAY

El entendimiento entre el ser humano y el resto de animales, especialmente las mascotas, a veces se puede tornar un tanto complicado. Es fundamental aprender los códigos de comportamiento de nuestros amigos sin pulgar oponible. Y, aunque existen rasgos comunes en la comunicación dentro de una misma especie, cada animal es un mundo, y algunos son 'muy suyos'.

Acabar por comprender correctamente lo que está transmitiendo nuestra mascota a través de sus movimientos no es una tarea sencilla, y normalmente requiere de tiempo y convivencia. El poeta y ensayista parisino Charles Baudelaire decía que "Los chinos miran la hora en los ojos de los gatos", en referencia a las alargadas pupilas que se asemejas a las agujas de un reloj. No hace llegar a ese nivel de especialización, pero es fundamental conocer el leguaje corporal felino para una mejor vida en común.

Sabemos desde hace siglo, y luego lo han venido a demostrar así numerosos estudios científicos, que el amor y el cariño no son propiedad en exclusiva de la especie humana. Aunque los perros suelen ser más agradecidos y afectuosos, los gatos, aunque son muy fríos, también pueden llegar a desarrollar sentimientos bondadosos por nosotros. Es una especie que tiene muy mala fama, pero tan solo hay que saber leerles y tratarles en consecuencia.

Un estudio revela el fuerte vínculo que los gatos sienten hacia sus cuidadores
Un estudio revela el fuerte vínculo que los gatos sienten hacia sus cuidadores

Por suerte o por desgracia, nuestros amigos gatunos no son capaces de hablar (quién sabe cuántas cosas podrían contar sobre nosotros) con palabras como los humanos, pero igualmente cuentan con un complejo lenguaje corporal. Es tarea de los dueños, entonces, aprender a interpretar los mensajes que lanzan los felinos para cuidarles mejor.

¿Qué quiere decir la forma de la cola de mi gato?

Además de para mantener el equilibrio, el largo y peludo rabo de los felinos les sirve como vehículo para comunicarse, y delata cómo se sienten. Es imprescindible, si queremos convertirnos en buenos y responsables dueños, entender con el tiempo cómo se siente nuestro gato y qué es lo que necesita en cada momento. Para ello, aquí presentamos algunas reglas generales por las que comprender el lenguaje corporal gatuno a través de sus colas.

1. Cola erguida y quieta

Por norma general, suele indicar que el animal está contento, y se muestra activo y curioso. Si además notas cómo vibra su rabo y ronronea cuando te acercas, es porque está deseando que le hagas alguna caricia.

2. Cola erguida, pero meneándola

Es una mala señal, quiere decir que tu gato está enfadado y que, con mucha probabilidad, pueda reaccionar de forma agresiva contra ti si tratas de acercarte o agarrarlo.

Gato enfadado
Gato enfadadoPIXABAY

3. Cola hacia atrás

Es la posición natural para esta parte del cuerpo de los gatos cuanto están de pie sobre sus cuatro patas. El animal se encuentra en un estado no agresivo, incluso algo distraído.

4. Cola hacia abajo

Si la mantiene en esta orientación de forma rígida, probablemente indique que esté asustado. En cambio, si pega el rabo al suelo, podría ser que esté sufriendo alguna clase de dolor.

5. Cola inmóvil

Este caso suele ser bastante divertido, ya que por lo general, si el gato no mueve más que la punta de la cola, suele traducirse como que está en busca de algo que ha llamado su atención. Es el equivalente felino a cuando un niño 'pone cara de malo' antes de hacer alguna travesura.

Así es cómo deberías comunicarte con tu gato, según un estudio
Así es cómo deberías comunicarte con tu gato, según un estudio

6. Cola con el pelo hinchado

Si además de en el rabo, tu gato tiene el pelo erizado en el resto del cuerpo, debes tener mucho cuidado. Está ansioso, muy nervioso y listo para atacar si se siente amenazado por algo (o alguien). Debes mantener la calma y hablarle pausadamente, nunca acercándote a él y reduciendo su burbuja vital. Trata de no hacer ruidos y el animal se acabará tranquilizando, no quieres que 'la tome contigo de rebote'.