Estados Unidos

¿Dónde está el límite?

La ética profesional en las cadenas se ha puesto en entredicho con la emisión de programas que regalan bebés, sortean órganos o graban borracheras

Arriba, el momento en el que la estrella de televisión pakistaní regalaba a un bebé en directo. Abajo, un campo de refugiados
Arriba, el momento en el que la estrella de televisión pakistaní regalaba a un bebé en directo. Abajo, un campo de refugiadoslarazon

Lejos de espacios insípidos en los que los tertulianos se pisan entre sí para demostrar quién grita más fuerte, existen programas que se empeñan en demostrar que la televisión puede llegar hasta puntos insospechados. Son muchos los ejemplos, provenientes de medio mundo de programas que se encargan de dejar atrás aquello de que la pequeña pantalla es para entretener y enseñar. Haciendo un repaso por algunos de los espacios más polémicos de los últimos años salen ejemplos que ponen en duda la ética profesional.

Sin escrúpulos

Uno de los últimos ejemplos en saltar al escaparate mundial del horror surgió hace apenas dos semanas en Pakistán. Se podía ver cómo la superestrella televisiva de aquel país, Aamir Liaquat Husein, regalaba bebés en directo como si de motocicletas se tratase. Desde «Amán Ramadán» –como se llama el programa– y la asociación encargada de ceder los pequeños al «show», se defendían en declaraciones a Efe alegando que «es una forma de concienciar a la sociedad de la necesidad de adoptar». Explicaciones que no convencieron a la prensa y a la sociedad de medio plantea que puso el grito en el cielo al entender que el programa equiparaba a los niños con simples objetos. Más recientes son las críticas a la televisión pública italiana Rai 1 después de que ésta anunciase la preparación de «Mission», un «reality» de temática humanitaria en el que ocho famosos viajarán a un campo de refugiados para prestar su ayuda, algo que no gustó entre las ONG, que rápidamente exigieron la retirada del proyecto, preparado para emitirse a final de año. Así, la organización Change.org reunió en cuatro días más de 30.000 firmas apoyando su propuesta de retirar el programa. Una carta escrita por una cooperante italiana en Chad a la revista «Volontari per lo Svilu-ppo» puso en duda la necesidad del rodaje: «Os aseguro que no es necesario exhibir el sufrimiento de estas personas para entender que es real». Las redes sociales también se hicieron eco de las intenciones de la Rai y pronto surgió el hastagh #nomission para apoyar las movilizaciones surgidas.

Pero no sólo en la televisión actual han surgido escándalos. Holanda se convirtió en el centro de todas las críticas en junio de 2007 cuando lanzó «De Grote Doner-show» –«El show del donante»–. El espacio consistía en seleccionar, a través de pruebas y votos del público, quién de los tres concursantes enfermos se haría con el premio final: un riñón. En la elección se tenían en cuenta variables como la situación familiar, la económica o la personal. Sin embargo, el «show» logró dar la vuelta a las críticas cuando en el último programa se destapó que todo era una farsa para fomentar las donaciones, algo que se puso en duda.

Estados Unidos, el país de los excesos por antonomasia, no podía estar alejado de la polémica y allí también se ha podido ver más de un programa sangrante. Uno de los que más polémica han levantado fue «Intervention», espacio que durante nueve temporadas sólo pedía un requisito a sus participantes: ser adictos. Alcoholismo, anorexia, ludopatía... todo valía para exponer a los concursantes delante de una cámara con el pretexto de grabar un falso documental. Sólo sus familias conocían que, en realidad, todo formaba parte de un «show». Lejos de humillaciones y vejaciones, ha surgido el fenómeno «shore», con origen en EE UU. El único propósito es recoger las borracheras y fiestas nocturnas de sus «actores».

La polémicade «Gran Hermano»

Si hay un espacio que ha generado críticas allá por donde ha ido es «Gran Hermano», que en sus comienzos fue un espacio novedoso donde era algo nuevo y fresco en la parrilla. Pero más de una década después los escándalos superan con creces el número de ediciones. De esta forma, hace sólo unos días la edición de Estados Unidos ha vivido una investigacíon policial después de que uno de sus participantes insinuara actitudes pederastas. Más cerca, en España, el año pasado una concursante fue expulsada por hacer comentarios a favor de ETA.