
Desahucios
El desolador caso de Anaís: una mujer con discapacidad a punto de ser desahuciada de su hogar
Diecisiete familias corren riesgo de desahucio de un edificio "sin luz ni ventanas" en Arrecife

El problema de la vivienda vuelve a mostrar su lado más cruel en Canarias, Lanzarote. El 30 de diciembre de 2025 está previsto el desahucio de Anais, una mujer en silla de ruedas que cobra una pensión mínima que no le da para cubrir todos sus gastos necesarios.
La vivienda forma parte de del edificio de la calle Jaime I, en el barrio de San Francisco Javier de Arrecife, capital de Lanzarote. Junto con Anais, diecisiete familias serán obligadas a abandonar sus hogares de forma permanente.
La situación de esta gente no es un caso aislado, sino una realidad cada vez más latente en toda España: una historia de alquileres abusivos en viviendas deficientes, intermediarios de dudosa legalidad y la ausencia de soluciones públicas por parte del gobierno.
Un trastero sin ventana como hogar
En el Bajo derecha del edificio es un garaje reconvertido en infravivienda donde vive Anaís con su hija de 19 años. La casa es precaria: una puerta doble detrás de un tendedero en el descansillo, que suele estar abierta para que entre luz y aire, ya que él cubículo no tiene ventanas. A un paso de la entrada se encuentra la cama de Anaís, y al lado en fila está la nevera, la cocina, la lavadora y un fregadero que siempre ha estado totalmente destrozado.
La habitación la completa una ducha con una silla de plástico donde la hija ducha a su madre y la joven "estudia en el suelo". La humedad es horrorosa.
“Vive en lo que era un antiguo garaje o trastero adaptado como vivienda, un lugar totalmente inhabitable”, y pese a ello pagaba “300 o 400 euros de alquiler cada mes”. Dijo la portavoz de la Plataforma por una Vivienda Digna de Lanzarote, Elsa Betancort a Cadena Ser.
En el piso de al lado, José Manuel disfruta de la única ventana de toda la planta. El hombre tuvo un accidente laboral y le han descubierto una esclerosis. Camina con andador pero posiblemente necesite una silla de ruedas. Tiene un conocido que le baña por las mañanas y una señora que se encarga de los quehaceres del hogar. Toma medicación muy fuerte para el dolor, que le deja "lento" y se pregunta qué será de él si le echan de su casa: "No tengo para dónde irme" ha declarado al Diario de Lanzarote.

En esa misma planta viven también Caridad y su hija. Su única fuente de luz es un cristal que da a un diminuto patio lleno de colillas y de suciedad. Ella es originaria de Arrecife y vive en esa casa desde hace diez años. "No me entero ni cuándo es de día".
Su alquiler era de 375 euros y dice que nunca ha fallado un pago. También se pregunta dónde va a ir "porque es imposible conseguir nada", ha declarado al periódico conejero.
El propietario fantasma
Los inquilinos llevan años pagando en metálico a un tal "señor Juan", que supuestamente era el encargado del propietario. Este pasaba siempre a fin de mes a cobrar en mano hasta que un día dejo de aparecer. Los vecinos han asegurado al Diario de Lanzarote que no saben quién es el propietario.
En el procedimiento de desahucio, en el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Arrecife está registrada una sociedad limitada como demandante.
Una ayuda que nunca llega
El director del Instituto Canario de la Vivienda, Antonio Ortega ha asegurado a SER Lanzarote que en el mes de febrero que "cuando lleguen los informes de vulnerabilidad" se tratará negociar con los juzgados, aunque remarcó que tan sólo los jueces están autorizados a ordenar suspensiones.
Betancort ha declarado en la cadena de radio que el edificio arrastra "una trama judicial confusa entre propietarios, administradores e intermediarios que cobraban unos alquileres sin rendir cuentas". "Los inquilinos no tienen culpa, han sido víctimas de una gestión irregular", añadió.
La activista pide a los organismos públicos que actúen lo antes posible: "No se puede permitir que una mujer enferma quede en la calle en Navidad. Aunque se le haya ayudado con una pensión, eso no le da para rehacer su vida ni alquilar otra vivienda en Lanzarote" añadió.
"Parece que vivimos en un país tercermundista", lamenta Elsa Betancort, "donde la gente trabajadora acaba en la calle mientras las instituciones miran hacia otro lado."
Una realidad cada vez más común en España
Pese a que en el primer trimestre de 2025, se ejecutaron más de 7.300 desahucios, ha habido un ligero descenso respecto al año anterior según idealista.
De acuerdo con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la mayoría de estos desahucios corresponden a impagos de alquileres, los cuales crecieron un 4,5% en noviembre de 2025, representando el 70% del total, según informa El Economista. El aumento de los casos llega en pleno incremento de los precios del alquiler y el cada vez más difícil acceso a la vivienda.
En 2024, el precio del alquiler subió de media en España entre un 11% y un 14%, según los datos registrados por Fotocasa e Idealista. Para entendernos, hoy en día un individuo debe destinar de media, el 92,3% de su sueldo para vivir él solo en un piso alquilado.
De acuerdo con Cáritas, los problemas con la vivienda afectan hoy de una forma u otra a 1 de cada 4 hogares en España, viéndose esa proporción disparada en 9 de cada 10 si se analiza las personas en situación de exclusión social severa.

El sobreesfuerzo por los costes de la vivienda afectaron este último año a 6,8 millones de personas (14,1% de la población), 1,7 puntos porcentuales más que en 2018 y 8,9 puntos porcentuales más que en 2007, momento en el que los gastos excesivos alcanzaban al 5,2% de las personas.
El 20% de los hogares con menor renta dedican hoy en día más del 70% de sus ingresos al pago del alquiler de su vivienda. "Si hacemos una mirada retrospectiva, el desembolso era del 48% en 2007, lo que significa que el esfuerzo en el pago de la vivienda de las familias con menos recursos se ha incrementado casi un 50% en este periodo", subraya Raúl Flores, secretario técnico de la Fundación FOESSA y coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas Española.
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