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El nuevo desafío de Trump: pisar la Luna en 2024

La NASA adelanta cuatro años la misión que enviará astronautas a suelo lunar. Quieren establecer una base para viajar a Marte en 2030.

El astronauta James B. Irwin en el aterrizaje en suelo lunar el 1 de agosto de 1971
El astronauta James B. Irwin en el aterrizaje en suelo lunar el 1 de agosto de 1971larazon

La NASA adelanta cuatro años la misión que enviará astronautas a suelo lunar. Quieren establecer una base para viajar a Marte en 2030.

Antes de cinco años la NASA volverá a enviar astronautas a la Luna. El Gobierno de Estados Unidos utilizará «cualquier medio que sea necesario» para pisar suelo lunar en 2024, según anunció ayer el vicepresidente Mike Pence en la reunión del Nacional Space Council. La Agencia Espacial estadounidense contemplaba esta misión para 2028, pero Donald Trump ha querido adelantarla para volver a liderar la carrera espacial: Rusia, Europa, Japón y China, llevan tiempo mostrando interés en misiones lunares, al tiempo que florecen iniciativas privadas para hacer vuelos turísticos alrededor del satélite.

Con este cambio de planes, la NASA se ha marcado un gran desafío: el año que viene lanzará la cápsula Orión sin tripulación para ensayar su potencial como transporte de grandes cantidades de materiales al espacio. Si todo sale según lo previsto, en 2022 el vehículo espacial Orión,ya con tripulantes, orbitará cerca de la Luna y en 2024 los astronautas desembarcarán para pisar nuestro satélite. Pero los planes estadounidenses son mucho más ambiciosos, pues lo que se pretende realmente con esta misión es establecer una base intermedia en suelo lunar que sirva para llevar el primer humano a Marte antes del 2030.

Pero, ¿a que se debe esta premura? «Ya no somos el líder indisputado en la exploración humana del espacio», lamentó Trump a finales de 2017, justo el día en el que se conmemoraba el 45 aniversario de la llegada de Amstrong a la Luna. Por ello aprobó la Directiva 1 de Política Espacial, para llevar astronautas a la Luna y establecer bases para una posible misión a Marte. Pese a que el dinero que se requería para hacerlo posible era cinco veces más del presupuesto actual de la NASA, finalmente se ha puesto fecha para el regreso a la Luna. «Compartí el análisis que realizamos para evaluar el vuelo del Orion con diferentes opciones comerciales. Si bien algunos de estos vehículos alternativos podrían funcionar, ninguno fue capaz de lograr nuestras metas de orbitar alrededor de la Luna dentro de nuestra línea de tiempo y dentro del presupuesto», explicó por su parte el administrador de la Agencia Espacial estadounidense, Jim Bridenstine, que no aportó más detalles al respecto. «Sea harán públicos en un futuro», apostilló.

«La NASA está lista para el desafío de avanzar hacia la Luna, esta vez para quedarse», reafirmó Bridestine. Pero la carrera espacial que pretende liderar Trump no pasa únicamente por pisar el satélite y el planeta rojo.

El presidente de EE UU ha reforzado la política espacial excluyendo a la agencia norteamericana de los recortes presupuestarios que sufrieron otros organismos científicos. Pero también impulsando una medida estrella que sorprendió a propios y extraños: ordenó al Pentágono que creara una fuerza militar espacial –una sexta rama de las Fuerzas Armadas– para dominar el cosmos y potenciar, así, el liderazgo del país en este ámbito y contrarrestar los avances de China y Rusia.