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Psicología

No eres un tacaño: esta es la verdadera razón por la que no dejas propina en los restaurantes según la psicología

Mientras que en otros países la propina es algo obligatorio, en España esta práctica es voluntaria y no responde a un porcentaje determinado

No eres un tacaño: esta es la verdadera razón por la que no dejas propina en los restaurantes según la psicología Pixabay

Los hábitos que llevamos a cabo en el día a día no siempre corresponden a la realidad que percibimos. Existe un cambio significativo entre realidad y percepción que no siempre es considerado por la sociedad y, en set sentido, la psicología juega un papel fundamental. Por un lado, en aquello que pensamos se hallan los prejuicios con los que juzgamos a cada personas, cada acto que realiza. Mientras que, en la contraparte, ese ejercicio puede llegar a pertenecer a otros hábitos que hayan sido ejecutados en el pasado. Ya sea por las costumbres implantadas en el subconsciente o por hechos habituales en la vida propia.

Este pensamiento, irremediablemente, se extrapola al campo del consumo. Un claro ejemplo de lo mencionado es la estimación que cada uno tiene con las propinas que dejan tras abonar la cantidad correspondiente de la cuenta. Cabe hacer un inciso en el camino para presentar un hecho que puede parecer habitual en nuestro país pero que, fuera de nuestras fronteras es totalmente diferente. En países como Reino Unido o Estados Unidos, dentro de la factura viene incluido el "servicio" que, a fin de cuentas, es la propina que nosotros dejamos.

Por el contrario, dentro de la península, varios psicólogos han indagado en este fenómeno para diagnosticar las razones principales por las que algunas personas deciden no pagar ninguna cuantía adicional al camarero. A pesar de lo que pudiera parecer, la tacañería, que por norma general podría parecer la respuesta lógica, la verdad es que la conclusión final se aleja de esta concepción. De hecho, esta causa no representa la mayoría e incluso la contestación a este enigma puede guardar una reivindicación social por el propio trabajador.

La razón principal del asunto

El medio NewsBomb explica que la razón primera proviene de la obligatoriedad del empresario a pagar una cantidad complementaria en el salario para que el empleado no deba depender en ningún caso de esta variable para que su estilo de vida no aminore. Aunque cuesta creer que este pensamiento tan profundo salga de un acto tan cotidiano, esto es lo que la psicología tiene que decir al respecto. En este contexto, el dejar grandes propinas podría ser visto por el superior del restaurante como un ejercicio de ahorro, aspecto que no conviene al camarero.

Por otro lado, hay quienes piensan que la propina no debe ser un acto repetido sino que a de ser ganado por el local. Es decir, en ningún caso una experiencia débil ha de ser premiada con un dinero adicional independientemente de que haya sido culpa del dependiente o no. Aunque en otro casos solamente se estima para esta parte el servicio y la relación con el trabajador que, al fin y al cabo, es el que va a percibir toda esa cantidad. Por lo que una mala experiencia podría estar proyectada por el mal funcionamiento del negocio y no por culpa del camarero.

No diferenciar al cliente del camarero

Paradójicamente, otra razón dada por los expertos proviene, precisamente, del efecto contrario al buscado en un principio. Mientras que algunos ven este gesto como un acto de honra y gratitud, otros lo consideran una falta de respeto ya que, de esta forma, se desprestigiar el rol del empleado y devaluarlo. Es decir, una práctica de superioridad que eleva la balanza en favor de los clientes, cuando al final del día deberían ser considerados de igual manera.