Cardiología
Estos son los 5 síntomas que manifiestan las mujeres un mes antes de sufrir un infarto: hazles caso
Es una de las principales causas de muerte entre las mujeres, pero el desconocimiento de los síntomas hace que a menudo se atribuyan a otras enfermedades
Un total de 63.291 mujeres fallecieron en España en 2021 por alguna enfermedad cardiovascular. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), 262,2 por cada 100.000 mujeres fallecieron en 2021, frente a 241,1 hombres.
Las enfermedades isquémicas del corazón son la causa más importante de muerte cardiovascular en mujeres en todo el mundo. Sin embargo, los expertos indican que su incidencia está infraestimada.
Y es que aunque el infarto de miocardio clásico es tres veces más común en hombres que en mujeres de edad avanzada, el número de mujeres por debajo de los 65 años que sufren infarto de miocardio se ha ido incrementando.
La presión arterial, la alimentación, el colesterol, el tabaquismo, la obesidad y el sedentarismo son factores de riesgo clásicos. Sin embargo, los cambios hormonales que las mujeres experimentan a lo largo de su vida también pueden afectar al riesgo de padecer estas enfermedades.
El infarto agudo de miocardio se debe a la falta de riego sanguíneo de una zona del músculo cardíaco (miocardio) producida por la obstrucción de una de las arterias coronarias. La falta de riego sanguíneo causa angina de pecho y, si no se abre precozmente la arteria, provoca la muerte (necrosis) del tejido cardiaco. Eso es el infarto.
Los síntomas clásicos incluyen dolor opresivo en el centro del pecho o en la zona del estómago, que puede irradiarse a brazo izquierdo, ambos brazos, cuello, mandíbula y/o espalda; sudoración, nauseas y dificultad respiratoria. Sin embargo, hay diferencias substanciales entre hombres y mujeres en relación a la percepción y la descripción de los síntomas.
Un reciente estudio publicado en la revista Circulation ha descrito los síntomas de la enfermedad cardíaca en mujeres con el objetivo de proporcionar una imagen completa de las señales de advertencia.
Los autores de la investigación afirman que en un trabajo anterior, del 85 al 90 por ciento de las mujeres identificaron una variedad de síntomas en el período previo a un ataque cardíaco. Algunas informaron haber ignorado estos síntomas, mientras que otras buscaron asistencia médica y recibieron un diagnóstico erróneo.
“La descripción actual de los síntomas típicos cardiacos se basa principalmente en la experiencia de hombres blancos de mediana edad” y, según los expertos, “esto conduce a un diagnóstico inexacto que hace que las mujeres retrasen la búsqueda de tratamiento”.
Para determinar los síntomas más frecuentes que preceden al evento cardiaco, los investigadores encuestaron a mujeres dadas de alta en los último 6 meses con diagnóstico de infarto de miocardio agudo.
Tras analizar los datos, los investigadores identificaron cinco síntomas más comunes informados por las mujeres en el mes anterior al incidente, que fueron: fatiga inusual (71%); alteración del sueño (48 %); dificultad para respirar (42 %); indigestión (39%), y ansiedad (36%). En cambio, durante el ataque al corazón, las mujeres informaron haber tenido: dificultad para respirar (58 %); debilidad (55%); fatiga inusual (43%); sudor frío (39%); y mareos (39%).
Los autores del estudio afirman que el hecho de no reconocer los síntomas puede ser una de las razones por las que las mujeres experimentan una mayor proporción de muertes cardiacas repentinas que los hombres y la razón por la que las enfermedades cardiovascular siguen siendo la principal causa de fallecimiento en EEUU y Europa.
Prevención y buenos hábitos
Entre los principales factores de riesgo para sufrir un episodio cardiovascular, se encuentra el tabaco, el colesterol malo, la diabetes y la hipertensión Además, otros factores favorecen y potencian el riesgo cardiovascular, como son la obesidad, la existencia de grasa abdominal, el sedentarismo, la alimentación alta en sal y desequilibrada y el estrés. Entre las principales medidas de prevención, destacan:
- No fumar
- Seguir una dieta equilibrada, pobre en sal y con un porcentaje equilibrado de grasas que principalmente procedan del aceite de oliva y del consumo de pescado azul. Sin olvidar frutas, verduras y hortalizas frescas.
- Realizar ejercicio físico de forma regular. El más cardiosaludable es aquel que pone en funcionamiento varios grupos musculares de forma simultánea, como caminar o nadar.
- Controlar el colesterol, la glucosa y la tensión arterial al menos una vez al año, a partir de los 40 años, en el caso de las personas sanas (en quienes padezcan alguna patología este control debe ser mayor).
- Cumplir con el tratamiento que haya sido estipulado por el especialista
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