La opinión de Antonio Pelayo

Francisco y Europa

Francisco ha invocado la necesidad de volver a los ideales que lanzaron los fundadores de la comunidad europea

Borgo Egnazia (Italy), 14/06/2024.- Pope Francis (L) and Italian Prime Minister Giorgia Meloni attend 'Session VI: Artificial intelligence, energy, Africa-Mediterranean' along with G7 leaders and state leaders on the second day of the G7 summit, in Borgo Egnazia, Apulia region, southern Italy, 14 June 2024. The 50th G7 Summit brings together the Group of Seven member states leaders in Borgo Egnazia resort from 13 to 15 June 2024. Pope Francis is the first Pope to participate in a G7 Summit. (...
El Papa junto a la primera ministra de Italia durante la cumbre del G7GIUSEPPE LAMIAgencia EFE

Una crítica frecuente a este Papa es su aparente desinterés por el viejo continente. A un cardenal incluso le oí decir que, originario de un país colonizado, Bergoglio tenía ancestrales reticencias contra los conquistadores. Son también conocidos los polémicos juicios del expresidente mexicano sobre la acción de España y de la Iglesia en América.

Nada más erróneo que esta valoración. Basta releer los discursos de Francisco en Estrasburgo (noviembre del 2014) ante el Parlamento Europeo y el Consejo de Europa, el que pronunció al recibir en mayo de 2016 el Premio Carlomagno, o en la audiencia que concedió a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE reunidos en la capital italiana con ocasión del 60º aniversario del Tratado de Roma.

Bien es verdad que desde la época de san Gregorio III, en el siglo VIII, ningún Papa romano había nacido fuera de las fronteras europeas, aunque Bergoglio tenga clarísimos orígenes italianos, piamonteses en concreto.

El significado de su primer viaje a Lampedusa, puerta de Europa para miles de personas que huyen de la guerra, del hambre y las calamidades climáticas, convirtió a esta isla en el «símbolo de los tormentos de Europa», como ha escrito el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, en el prefacio del libro «Repensar Europa».

Porque de eso se trata, y en más de una ocasión el Papa argentino ha invocado la necesidad de volver a los ideales que lanzaron los fundadores de la comunidad europea. «Ellos desearon – dijo en Estrasburgo- un futuro fundado sobre la capacidad de trabajar juntos con el objetivo de superar las divisiones y favorecer la paz y la comunión entre todos los pueblos». Francisco desea un continente de diálogo, un espacio de solidaridad, un ámbito inclusivo, una fuente de desarrollo, una promesa de paz.