"Telefonofobia"
La generación Z tira por la borda el siglo y medio de historia del invento que cambió el mundo: las llamadas telefónicas
Ni llaman ni contestan. Los nacidos en este siglo le han cogido aversión a hablar por teléfono. Les parece intrusivo y se asustan cuando las reciben, con la consiguiente pérdida de habilidades sociales
En los últimos años, se ha observado un fenómeno creciente entre los jóvenes europeos: cada vez más, prefieren no hablar por teléfono. Esta tendencia se manifiesta en la preferencia por la comunicación a través de mensajes de texto, redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, y se debe a varias razones tanto psicológicas como prácticas. De hecho, la tendencia ha ido un paso más allá y son muchos los jóvenes que, no solo no llaman, sino que, directamente, no responden a las llamadas que reciben.
Ansiedad y preferencia por el control
Uno de los factores principales detrás de esta aversión a las llamadas telefónicas es la ansiedad que estas generan. Según estudios, un alto porcentaje de jóvenes experimenta ansiedad antes de realizar una llamada telefónica. Esto se debe, en parte, a la falta de control sobre la duración y el contenido de la conversación, lo que puede ser estresante para una generación acostumbrada a comunicarse de manera más controlada y estructurada a través de mensajes de texto.
Las llamadas telefónicas son percibidas como intrusivas y una pérdida de tiempo. A diferencia de los mensajes de texto, las llamadas no permiten al receptor controlar cuándo y cómo responder. Este aspecto es particularmente importante para una generación que valora la eficiencia y la optimización del tiempo. Los jóvenes prefieren los mensajes porque pueden responder a su conveniencia, evitando interrupciones no deseadas en sus actividades diarias(
La preferencia por la comunicación asincrónica es otra razón clave. Los mensajes de texto, correos electrónicos y mensajes en redes sociales permiten a los usuarios comunicarse sin necesidad de responder inmediatamente, lo que es menos disruptivo y más conveniente. Este tipo de comunicación permite a los jóvenes organizar sus pensamientos y respuestas de manera más cuidadosa, reduciendo la posibilidad de malentendidos y estrés asociado a la inmediatez de las llamadas telefónicas.
Percepción de la intrusividad
Muchas personas jóvenes consideran las llamadas telefónicas como intrusivas si no se han planificado con antelación. En la cultura actual, es común enviar un mensaje previo para preguntar si el momento es adecuado para una llamada. Esto muestra una consideración por el tiempo y el espacio del otro, algo muy valorado en la comunicación moderna. Las llamadas no planificadas pueden ser vistas como una falta de respeto al tiempo personal del otro.
Habilidades Comunicativas
La disminución en el uso de llamadas telefónicas tiene implicaciones significativas en el ámbito profesional. Las habilidades comunicativas cara a cara y por teléfono son cruciales en muchos trabajos, especialmente en roles que requieren negociación, ventas o atención al cliente. La falta de práctica en estas habilidades puede afectar negativamente las oportunidades laborales y la eficacia en el entorno de trabajo.
Algunas instituciones educativas y empresas han comenzado a reconocer este problema y están adaptando sus programas de formación para incluir más prácticas de comunicación verbal. Por ejemplo, algunas universidades han aumentado el tiempo dedicado a enseñar técnicas de entrevista y comunicación telefónica para preparar mejor a los estudiantes para el mercado laboral.
Datos relevantes
- El 75% de los millennials evitan las llamadas telefónicas porque las consideran una pérdida de tiempo.
- El 64% intenta evitar a personas que consideran quejumbrosas o necesitadas a través de la evitación de llamadas.
- Un 81% de los jóvenes experimenta ansiedad antes de realizar una llamada.
Estas estadísticas reflejan una clara tendencia hacia la preferencia por métodos de comunicación menos directos y más controlables, como los mensajes de texto y las redes sociales.
Excepciones y expectativas
A pesar de la tendencia general, hay excepciones notables. Por ejemplo, los jóvenes tienden a no ignorar las llamadas de sus parejas, mostrando que, aunque prefieren evitar llamadas en general, hay relaciones y situaciones en las que consideran que la llamada es la forma de comunicación adecuada.
Por tanto, se puede asegurar que el fenómeno de la aversión a las llamadas telefónicas entre los jóvenes europeos es multifacético, arraigado en una combinación de ansiedad, preferencias por la eficiencia y el control, y percepciones de intrusividad. A medida que las tecnologías de comunicación continúan evolucionando, es probable que estas tendencias se mantengan y se adapten a nuevas formas de interacción digital. Sin embargo, es crucial que tanto las instituciones educativas como los empleadores reconozcan la importancia de las habilidades de comunicación verbal y trabajen para integrarlas en la formación y el desarrollo profesional de las nuevas generaciones.
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