El inexplicable “viaje” de un ejemplar de suricata, “matriculado” en Portugal (mediante chip), hasta Ponteareas, que dista de la frontera unos 250 kilómetros en línea recta y más de 400 por carretera. El SEPRONA de la Guardia Civil de la citada localidad gallega, junto con Agentes Medioambientales de la Xunta de Galicia, han recuperado un ejemplar de suricata (Suricata suricatta) que deambulaba por la Parroquia de Angoares (Ponteareas).

Tras el aviso de un ciudadano, al que le había parecido a ver al animal entrando y saliendo de una finca situada en el barrio de Abelleira, los agentes se trasladaron al lugar y, tras entrevistarse con los dueños de la propiedad, pudieron comprobar la veracidad del aviso. Inmediatamente, se procedió a su captura, y se comprobó que estaba identificado mediante microchip.

El animal fue trasladado al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de la Xunta de Galicia en Carballedo donde se le realizó un control veterinario y quedó allí alojado hasta localizar a su propietario. Tras gestiones realizadas por los agentes, se comprobó que el microchip que identificaba al suricata había sido colocado en Portugal, por lo que se solicitó la colaboración del SEPNA de la GNR portuguesa para localizar al propietario del animal.

La legislación española permite poseer un suricata como mascota ya que, a pesar de ser una especie exótica, no está incluida en el catálogo de especies invasoras, ni en el de especies amenazadas, si bien, es necesario tener un control sobre el animal para evitar que se escapen de su dueño y pueda introducirse en el medio natural, lo que llegaría a implicar un riesgo para las

especies autóctonas.