Innovación científica gracias a las becas CaixaImpulse

“Entre la investigación básica y la traslacionalidad para poder entrar en la fase clínica nos encontramos muchas veces en tierra de nadie, y CaixaImpulse nos acompaña en esa travesía”, destaca Francesc E. Borrás, investigador de la Fundación Instituto de Investigación de Ciencias de la Salud Germans Trias i Pujol, quien, en el marco de este programa impulsado por la Fundación “la Caixa”, acaba de recibir una beca de 300.000 euros para poder diseñar y realizar el primer prototipo de un kit para detectar la fibrosis renal mediante un test de orina, validarlo y llevar a cabo los controles regulatorios con el fin de llegar a poner en marcha un ensayo clínico.

El objetivo de la herramienta que Borrás y su equipo están desarrollando es el de poder detectar, evaluar y monitorizar la fibrosis renal de la forma menos invasiva posible porque, aunque ésta a día de hoy no tiene cura, lo cierto es que con los medicamentos disponibles es posible modularla para bajar su incidencia.

Al respecto, cabe señalar que la fibrosis renal consiste en una acumulación de proteínas de la matriz extracelular en las células renales que hace que éstas no puedan funcionar correctamente y, al tratarse de una enfermedad crónica y acumulativa, ello acaba dando lugar a una deficiente función renal, de manera que, a la larga, el paciente acaba requiriendo de terapias de remplazo de la misma, como el trasplante o la diálisis, opciones que, además de ser muy costosas, tienen un impacto sobre la supervivencia del paciente.

Así pues, “es muy importante un diagnóstico a tiempo y la monitorización de la enfermedad, puesto que hay herramientas farmacológicas para poder controlar la fibrosis y alargar así la función renal, sin embargo, el problema es que, por el momento, la única forma para detectarla y conocer el grado de fibrosis es mediante una biopsia renal, que al ser un procedimiento invasivo no puede llevarse a cabo con mucha frecuencia ni periodicidad”.

En este contexto, Borrás y su equipo han comprobado cómo, mediante anticuerpos específicos, es posible detectar proteínas de matriz extracelular en muestras de orina que actuarían como biomarcador de fibrosis renal. “Si esta proteína está sobreexpresada es indicativo de fibrosis a nivel renal”, explica el investigador, para a continuación señalar que esta estrategia resulta “mucho menos invasiva que la biopsia renal y se puede repetir el test en orina tantas veces como sea necesario para hacer una monitorización y además, los resultados con la biopsia pueden tardar entre uno y dos meses, mientras que con el procedimiento que estamos desarrollando pueden estar al día siguiente”.

En el ámbito pediátrico

El proyecto desarrollado por Marta Alonso y su equipo de la Fundación para la Investigación Médica Aplicada ha sido otro de los seleccionados en la convocatoria CaixaImpulse Innovación 2023, que en esta ocasión ha apostado por impulsar un proyecto que se enmarca en el ámbito del cáncer pediátrico, lo que para Alonso tiene especial trascendencia.

“Los tumores infantiles están un poco olvidados ya que, por su poca prevalencia, no interesan a las farmacéuticas”. “Hay una falta clara de terapias diseñadas para y por los tumores infantiles y, de hecho, en los tumores cerebrales pediátricos no han salido nuevos fármacos desde hace 20 años”, constata para a continuación señalar que, en este contexto, “la beca CaixaImpulse nos da independencia económica y libertad de acción para dedicarnos al desarrollo de proyectos para tumores cerebrales infantiles, que tienen el mismo nivel de incidencia que la leucemia pero son los que más mortalidad causan a estas edades”.

En concreto, el trabajo en el que está inmersa Alonso se centra en el desarrollo y comercialización de una terapia avanzada para pacientes con glioma difuso intrínseco de tronco (DIPG), que parte de un adenovirus oncolítico, que consiste en una partícula viral dirigida a destruir las células oncológicas, en este caso concreto, específicamente de los DIPG, que fue desarrollado previamente por otro grupo de investigadores. Éste se demostró seguro y se comprobó que alargaba la vida de los pacientes, unos resultados que para Alonso “eran prometedores e insuficientes”.

Así pues, con el fin de potenciar su eficacia y comprobar si el tumor generaba mecanismos de resistencia a este adenovirus, la investigadora apostó por “meter en el virus diversas moléculas relacionadas con el sistema inmune para hacerlo más potente, puesto que tienen capacidad para activar ese sistema inmune de manera más eficaz y así hacer un efecto vacuna”, siempre priorizando la seguridad. “Introduciendo estas moléculas en el virus nos aseguramos que llega al tumor, evitando toxicidades.

Al respecto Alonso recuerda que “en pacientes con tumores tan agresivos, los linfocitos están mermados y llega pocos y flojos al tumor, de manera que, en estas condiciones, las inmunoterapias no funcionan”. “En nuestra investigación queremos comprobar si dando un chute a los linfocitos mediante la introducción de las moléculas en el adenovirus conseguimos que estén en condiciones idóneas” par hacer frente al tumor de forma más efectiva”, añade.

Por ahora, “el virus ya está construido y hemos de probarlo en el laboratorio, en células y animales, para ver si nuestra hipótesis se confirma” y en todo ese proceso de “experimentación y desarrollo de un virus mejor mejor y seguro para comercializar, un terreno que es muy desconocido para nosotros”, contamos con el apoyo y acompañamiento de CaixaImpulse, lo cual es clave.

29 seleccionados

De la misma manera, la convocatoria de 2023 del nuevo programa CaixaImpulse Innovación, que cuenta con un presupuesto de 3,3 millones de euros, supone también un impulso para las otras 27 investigaciones biomédicas seleccionadas entre las 300 que presentaron su solicitud con el fin de fomentar que éstas salgan del laboratorio y lleguen a los pacientes en forma de soluciones para mejorar su salud.

En total se trata de 29 proyectos que se desarrollan en 20 centros de investigación, hospitales y universidades de España y Portugal, 13 de los cuales pertenecen al ámbito de la terapia, 9 al del diagnóstico, 5 a dispositivos médicos y 2, a salud digital.

La convocatoria, que se lleva a cabo en colaboración con Caixa Capital Risc y en partenariado en Portugal con la Fudaçao para la Ciência e a Tecnologia del Ministerio de Ciencia y Tecnología portugués -que financia dos de los proyectos lusos seleccionados- ofrece una subvención a los premiados que va desde los 50 mil a los 500 mil euros para desarrollar el proyecto en los siguientes dos años en función del grado de madurez de los mismos.