Asuntos sociales

La lucha del pequeño Alfie por una oportunidad

El juez ordenó desconectarle pero siguió respirando. Se ha denegado llevarle al hospital del Vaticano.

Alfie Evans padece una enfermedad cerebral degenerativa y desde los seis meses permanece conectado a una máquina
Alfie Evans padece una enfermedad cerebral degenerativa y desde los seis meses permanece conectado a una máquinalarazon

La Corte de Apelaciones del Reino Unido respaldó hoy la prohibición dictada ayer por el Tribunal Superior de Manchester para trasladar a Italia del bebé Alfie Evans para mantenerlo con vida en un hospital.

La Corte de Apelaciones del Reino Unido respaldó hoy la prohibición dictada ayer por el Tribunal Superior de Manchester (Inglaterra) para trasladar a Italia del bebé Alfie Evans, que sufre una enfermedad degenerativa irreversible, para mantenerlo con vida en un hospital.

Alfie Evans, el niño de 23 meses que sufre una enfermedad cerebral degenerativa sin cura y que permanece ingresado desde diciembre de 2016 en estado semivegetativo, ha desafiado todos los pronósticos médicos. El lunes por la noche y por decisión judicial fue desconectado de las máquinas que le mantenían con vida en el hospital Alder Hey Children’s de Liverpool y, aunque se esperaba que falleciera en pocos minutos, consiguió respirar por sus propios medios. «Alfie lleva respirando nueve horas y no está sufriendo», anunció ayer su padre, Tom Evans.

Los padres del bebé emprendieron una dura lucha judicial cuando el Tribunal Supremo del Reino Unido ordenó en febrero desconectar al pequeño Alfie al considerar que se encontraba en una situación «inhumana». Sus padres, Tom y Kate, no se dieron por vencidos y pidieron al Papa que intercediera con el fin de conseguir el permiso para trasladar a su hijo al Hospital Bambino Gesù y que pudiese así continuar con el tratamiento. Francisco se volcó con este caso y pidió hacer «lo imposible» para efectuar el traslado. Una petición que fue escuchada, incluso, por el gobierno italiano, que concedió al niño la nacionalidad italiana para tratar de agilizar los trámites. Sin embargo, la demanda de los progenitores fue rechazada por las distintas instancias judiciales de Reino Unido a las que apelaron, así como por la Corte Europea de Derechos Humanos.

Ayer y tras la inesperada evolución de Alfie, el juez del Tribunal Superior de Justicia británico, Anthony Hayden, estableció una nueva audiencia para reexaminar el caso. Sin embargo, finalmente desestimó su traslado al hospital vaticano. Horas antes, el Pontífice escribió un tuit en el que pidió «nuevas posibilidades de tratamiento». «Conmovido por las oraciones y la amplia solidaridad en favor del pequeño Alfie Evans, renuevo mi llamamiento para que se escuche el sufrimiento de sus padres y se cumpla su deseo de intentar nuevas posibilidades de tratamiento», escribió.

El padre explicó que después de una «larga conversación» de 40 minutos con los especialistas, consiguió convencerles para que accedieran a «darle agua y oxigenar su cuerpo» al ver que, seis horas después de desenchufarle, Alfie seguía con vida. «Me sentí bendecido cuando confirmaron que iban a oxigenarlo», afirmó su padre, quien adelantó que «las próximas horas van a ser difíciles», por lo que rogó para que proporcionasen a su hijo «algún soporte vital». «Deberían respetarle », aseguró Evans, que contó que su mujer se encuentra durmiendo al lado de su hijo.

El caso del pequeño Alfie ha generado una ola de solidaridad. Centenares de personas se manifestaron ayer a las puertas del hospital para protestar por la desconexión, al considerarlo una eutanasia silenciosa. Por su parte, Londres defiende su decisión porque, afirma, no hay esperanza de que la situación revierta.