Abel Cobos no podía ni imaginar esta mañana los problemas que tendría para regresar a casa: atrapado en un túnel de ferrocarril, ha andado por las vías con la ayuda de la linterna de su móvil, ha hecho autoestop para llegar a Barcelona y ha caminado unos cinco kilómetros hasta alcanzar su morada.

Es uno de los miles de usuarios que han debido buscarse la vida al quedar sin servicio los trenes en los que estaban debido al apagón: en su caso, viajaba en un convoy de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) que ha quedado parado a la altura de Vallvidrera.

Abel, un badalonés que se sitúa en la treintena, ha esperado instrucciones junto a "varias decenas de personas" dentro del tren: tras aproximadamente una hora a oscuras, operarios de FGC les han abierto las puertas y los usuarios han bajado a las vías con la ayuda de unas escaleras metálicas.

No les ha quedado más opción que andar centenares de metros, linterna del móvil en mano, hasta poder salir a la calle por la estación más próxima.

El teléfono servía para alumbrar, pero no para llamar ni para enviar mensajes, con lo que ante la falta de autobuses y taxis a estas decenas de personas no les ha quedado más remedio que optar por el autoestop.

Abel ha podido llegar así hasta la zona de Vall d'Hebron, a cinco kilómetros de su casa, que se encuentra cerca de la antigua plaza de toros de la Monumental: una suerte dentro del infortunio, pues el largo recorrido que ha debido hacer a pie ha sido cuesta abajo.

En resumen: un viaje que suele durar una hora se ha acabado alargando hasta las tres y media.

La de Abel es solo una de las muchas historias que se pueden contar hoy. "Hemos estado una hora atrapados en el metro", ha afirmado a EFE un hombre de unos 50 años mientras esperaba resignado que llegara algún autobús en la Plaça de les Glòries.

"Nos han puesto una escalerita para bajar del tren hasta las vías, tengo la pierna mal y me podría haber hecho daño", ha explicado este usuario, que intentaba llegar a la hora a su puesto de trabajo.

Ha añadido que, junto a otros pasajeros, ha recorrido "unos 150 metros de túnel con una linterna que no alumbraba nada" hasta llegar a la estación de La Pau, por donde sí ha podido salir la calle.

Pocos metros más allá, en la inoperativa parada del tranvía de Glòries, otro hombre de mediana edad procedente de Zaragoza pretendía dirigirse a Sants para coger un AVE rumbo a su casa, tras haberse desplazado a la capital catalana esta mañana por trabajo.

"A ver si ha habido un ciberataque o alguien ha cortado el cable de la luz", se ha lamentado ante lo vivido y lo incierta que se le presentaba el resto de la jornada, informa Efe.