Cambio climático en España

El mapa de la sequía: 600 pueblos sin agua y colapso agrícola

La reserva hídrica se sitúa por debajo del 40%, deja a miles de españoles sin abastecimiento y los agricultores amenazan ruina

Las fotos que aquí presentamos muestran fielmente el estado de las tierras españolas, asoladas por la sequía. La reserva hídrica se sitúa ya por debajo del 40%, de acuerdo con los datos hechos públicos por el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Y aún queda mucho verano, la época con mayor consumo de agua.

Entre las grandes cuencas, la situación es especialmente preocupante en la del Guadalquivir, que se encuentra al 20,4%. En el Guadiana las reservas hídricas también han bajado de manera significativa y colocan en el 25,7%. Las cuencas internas de Cataluña están también en un momento crítico, lo mismo que la del Segura. Y en los próximos 15 días no se esperan precipitaciones generalizadas en el horizonte.

Desde que inició el año, la sequía se ha intensificado. Por ejemplo, el pasado miércoles, la Agencia Catalana del Agua (ACA) declaró la situación de emergencia en 24 municipios, en los que se están viendo afectadas 26.000 personas. El resto del estado está igual: los municipios con restricciones ya suman más de 600. En zonas de Andalucía las limitaciones por agua se remontan a finales del primer cuatrimestre. Desde abril, 80.000 personas de la comarca del Guadiato y de Los Pedroches, de la zona septentrional de Córdoba, se ven obligadas a recoger agua en garrafas de un camión cisterna, con el embalse de Sierra Boyera, que los suministraba, al 0,10% de su capacidad total.

El campo lo sufre sobremanera. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) advertía ayer de las malas perspectivas para la uva pasa en Málaga, concretamente para los productores de la comarca de la Axarquía.

Los cálculos realizados por los técnicos y agricultores de esta asociación estiman que la cosecha de uva pasa se reducirá hasta el 30% de un año normal.

El secretario de UPA Málaga, Francisco Moscoso, consideró que los productores sufrirán cuantiosas pérdidas económicas porque los costes de producción se mantienen altos y los precios que cobran en origen no hacen sostenible el cultivo. «El año pasado ya sufrimos un recorte productivo de un 60% con respecto a 2021», afirmó.

La situación es muy alarmante debido a la falta de precipitaciones y a la extrema sequía que se ceba con la comarca de la Axarquía, la principal productora de uva pasa de Málaga. «Los productores no van a poder soportar la continuidad de sus explotaciones porque los precios que cobran en origen no hacen sostenible el cultivo, ya que los costes de producción se mantienen muy altos. La escasa cosecha que tendremos va a hacer que muchos agricultores se planteen continuar con unas infraestructuras que cada vez se encuentran más vacías», señaló Moscoso.

Por su parte, este jueves el Gobierno de Castilla-La Mancha instaba al futuro Gobierno a exigir que las reglas de explotación del agua se adapten al nuevo Plan Hidrológico y estén alineadas con las directrices de la Unión Europea de respetar los caudales ecológicos.

Así lo explicó la consejera portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, durante su visita a la Feria de Agosto de la localidad guadalajareña de Marchamalo, donde insistió en la alarmante situación en la que se encuentran los embalses del conjunto del país y de Castilla-La Mancha. «Tenemos que ser conscientes de que no hay agua ya que el cambio climático y la escasez de lluvias están dificultando la capacidad de almacenamiento», subrayó.

En este sentido, la consejera pidió al futuro Ejecutivo de España que cambie las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura para que se adapten al nuevo Plan Hidrológico y cumplan con las directrices de la Unión Europea con el objetivo de «ser consecuentes y coherentes» durante el actual periodo de sequía.

Sobre todo, Padilla hizo hincapié en la necesidad de cumplir con la cantidad mínima de agua establecida en los caudales ecológicos. «Necesitamos agua para desarrollamos y hoy más que nunca hacemos un llamamiento al uso racional del agua y a la modificación de las reglas para que se adapten a la situación de escasez», sentenció.

A nivel europeo, la precisión en el uso eficaz del agua y de los fertilizantes, la mejora de la variedades y el debate sobre la edición genética destacan entre los desafíos para la innovación agraria en España y en la Unión Europea (UE) frente al cambio climático.

La resistencia a las sequías y al clima extremo son prioritarias para la investigación, del campo a la mesa, según han destacado a Efeagro expertos vinculadas a la gestión y supervisión de proyectos de I+D en la Administración pública, en el ámbito universitario y en consorcios europeos.

Asimismo, la nueva Política Agrícola Común (PAC), que vincula las ayudas al cumplimiento de servicios ambientales, es un incentivo para la investigación agronómica en ese ámbito.

La innovación será el asunto central del Consejo informal de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE), que se celebrará entre el 3 y el 5 de septiembre en Córdoba. Ahí amplios sectores esperan soluciones como venidas del cielo.