Psicología

Navidad a la mesa con un afectado por trastorno de conducta alimentaria

Las festividades navideñas son fechas difíciles para las personas con TCA, puesto que las comidas suponen un aumento de la ansiedad en esta enfermedad

Cenas de Navidad con la familia
Cenas de Navidad con la familiapexelspexels

Las festividades navideñas, con su énfasis en las comidas y reuniones familiares, representan un período especialmente complicado para quienes padecen trastornos de conducta alimentaria (TCA).

Como señala la Dra. Carmen Ponce de León Hernández, jefe de servicio de la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria del Hospital Universitario Quironsalud Madrid, “estas son unas fechas en las que las personas con TCA enfrentan un aumento significativo de la ansiedad y la presión social”.

Tiempo de estrés

A las personas afectadas por TCA, las reuniones en torno a la comida pueden desencadenarles sentimientos de exclusión, culpa y vergüenza. La alteración de las rutinas y la incertidumbre de los eventos navideños añaden una capa adicional de estrés. Muchos pacientes se ven abrumados por la necesidad de participar en actividades que giran en torno a la comida, lo que puede llevar a una desestabilización emocional y la necesidad de asistencia urgente.

“Antes del diagnóstico y tratamiento, las personas con TCA suelen rechazar las comidas sociales, no solo durante las festividades sino a lo largo del año. La visión o el contacto con el alimento activa sus obsesiones y la ansiedad se incrementa cuando se sienten observadas”, comenta Laura Bazo, psicóloga y coordinadora de la Unidad de TCA de Quirónsalud Madrid. Durante las fiestas, esta tendencia a evitar las celebraciones se intensifica. Las reacciones pueden variar desde el enfado hasta crisis de ansiedad o accesos de llanto, transformando la mesa en un espacio de tensión para todos.

Recomendaciones para familiares

Los especialistas sugieren que, en el caso de la presencia de pacientes de TCA, “las familias hagan un cambio de enfoque en las celebraciones, poniendo énfasis en la compañía más que en la comida. Es fundamental adoptar una actitud crítica frente a los excesos alimentarios y promover un ambiente de comprensión y apoyo”, recomienda Loudes Parajón, terapeuta familiar de la Unida de TCA de Quirónsalud Madrid. Conviene evitar comentarios sobre la comida o la apariencia física, y en su lugar, centrarse en actividades que fomenten la unión y el bienestar emocional.

La familia puede y debe jugar un papel crucial en la creación de un entorno seguro y acogedor.

Dra. Carmen Ponce de León Hernández, jefe de servicio de la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria del Hospital Universitario Quironsalud Madrid
Dra. Carmen Ponce de León Hernández, jefe de servicio de la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria del Hospital Universitario Quironsalud MadridQuirónsalud

Informar y participar

La decisión de compartir con otros la información sobre el TCA de un familiar es personal y debe ser respetada. Algunos encuentran útil informar a familiares y amigos para fomentar la comprensión, mientras que otros prefieren mantenerlo en privado. En cualquier caso, es esencial respetar la elección del individuo y proporcionar un entorno de apoyo y comprensión.

“La decisión de participar en eventos navideños debe ser cuidadosamente evaluada. Los terapeutas a menudo trabajan con los pacientes para diseñar estrategias que les permitan enfrentar con éxito su presencia en las celebraciones. En algunos casos, puede ser aconsejable evitar la participación si se considera que podría ser perjudicial para el proceso terapéutico”, explica María Rodríguez Ponce, psicóloga de la Unidad de Día de TCA de Quirónsalud Madrid.

Es crucial escuchar y respetar el silencio, así como evitar trivializar el problema. Durante las comidas, servir platos ya preparados puede ayudar a reducir la ansiedad. Es importante evitar comentarios que puedan ser perjudiciales y cambiar la conversación si surgen temas delicados.

Para quienes están en tratamiento, es vital mantener un vínculo estrecho con sus terapeutas y hablar abiertamente sobre cómo les afectan estas fiestas. El compromiso con amigos y familiares es fundamental para evitar el aislamiento. La Navidad puede ser un momento oportuno para buscar ayuda o iniciar un tratamiento.

En todo caso, la Navidad, un tiempo establecido para celebrar valores como la paz, la alegría y la generosidad, no es fácil para las familias con un miembro afectado por TCA, que necesitan encontrar un enfoque especial en la comprensión, el apoyo y la adaptación de las tradiciones. Crear un ambiente donde todos puedan disfrutar de estas festividades de manera saludable y feliz es esencial.