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Opinión

Peques activos

La idea de que los patios y bibliotecas de los colegios estén abiertos por las tardes desde septiembre puede ayudar a socializar a los niños

Niños jugando en el patio de un colegio Archivo

Hay algo que puede hacer una gran diferencia en la vida de nuestros hijos en edad escolar, y, sin duda, también en la nuestra: la idea de que los patios y bibliotecas de los colegios estén abiertos por las tardes desde septiembre, una propuesta de Isabel Díaz Ayuso mediante la cual después de una larga jornada escolar, en lugar de volver a casa y caer en la trampa de la pantalla, los niños tienen la oportunidad de disfrutar del patio. Son cosas que no solo mantienen a los chiquillos activos, sino que también les ayudan a socializar. Esos momentos de juego con amigos son oro puro para su desarrollo emocional. Y si, después de clases, tienen la posibilidad de sumergirse en un buen libro, no solo es una excelente manera de fomentar el hábito de la lectura, sino que también les da espacio para explorar sus intereses. Así, descubren nuevos mundos, personajes y, lo más importante, desarrollan su imaginación.

Y todo eso mientras están rodeados de otros niños que sienten la misma curiosidad. Además, tener estos espacios abiertos por la tarde puede ser un verdadero salvavidas para los padres. Muchos de nosotros trabajamos largas horas y a veces resulta complicado encontrar actividades seguras y enriquecedoras para nuestros hijos. Con los patios y bibliotecas accesibles, sabemos que están en un entorno familiar, donde pueden aprender, jugar y divertirse sin preocupaciones. Es como tener un pequeño club exclusivo para ellos.

Incluso hay un aspecto social importante que no podemos olvidar: para algunas familias, porque estos servicios son una gran ayuda. No todos los hogares cuentan con espacios adecuados para que los niños jueguen o estudien, así que abrir las puertas de los colegios es la solución perfecta para proporcionar un lugar seguro y estimulante, con lo cual tenemos que abrir los patios y bibliotecas de los colegios por las tardes desde septiembre no solo ofrece un espacio de recreo y aprendizaje, sino que también crea una comunidad sólida entre los pequeños y sus familias. Que nuestros niños tengan la oportunidad de seguir aprendiendo y jugando después de clase puede ser uno de los mejores regalos que les podemos dar.