Religión

Luz verde de Francisco: gais y trans pueden ser padrinos de bautizo (salvo escándalo)

Así lo indica el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano en la respuesta a una carta del obispo de San Amaro en Brasil, José Negri

Un bebé recibe el bautismo
Un bebé recibe el bautismoLa RazónPixabay

Francisco da vía libre a que gais y transexuales puedan ser padrinos de bautismo y testigos de una boda y que las personas trans puedan recibir el bautismo. Solo pone una condición, más allá de ser católicos: el riesgo de escándalo. Así se desprende de un documento firmado por el Papa Francisco y el prefecto para la Doctrina de la Fe, Víctor Manuel Fernández, en el que responde a las preguntas formuladas por el obispo de Santo Amaro de Brasil, José Negri, en torno a la posible participación en los sacramentos de ambos colectivos.

Así, en relación a los homosexuales que quieran ser padrinos de bautismo, el documento se remite a la necesidad de llevar «una vida conforme a la fe y al oficio que asume», e indica que «la debida prudencia pastoral exige que cada situación sea sabiamente pensada para salvaguardar el sacramento del bautismo».

Para los transexuales, se detalla que «bajo ciertas condiciones» puede ser admitido. Así, se matiza que «dado que esta tarea no es un derecho, la prudencia pastoral exige que no se permita si existe peligro de escándalo, legitimidad indebida o desorientación en el ámbito educativo de la comunidad eclesial».

Sobre la posibilidad de ser testigos en una boda, simplemente se explica que «no hay nada en el derecho canónico universal actual que prohíba» a unos o a otros llevar a cabo esta función.

¿Y en cuanto al bautismo de las personas trans adultas? El texto rubricado por el pontífice argentino expone que «un transexual, que también ha sido sometido a un tratamiento hormonal y a una cirugía de reasignación de sexo, puede recibir el bautismo, en las mismas condiciones que los demás fieles, si no hay situaciones en las que exista el riesgo de generar escándalo público o desorientación en los fieles».

Incluso se adentra en la casuística de los niños o adolescentes transexuales: «Si están bien preparados y dispuestos, pueden recibir el Bautismo».

De hecho, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe apunta que «incluso cuando subsisten dudas sobre la situación moral objetiva de una persona o sobre sus disposiciones subjetivas hacia la gracia, nunca debemos olvidar este aspecto de la fidelidad del amor incondicional de Dios, capaz de generar una alianza irrevocable incluso con el pecador, siempre abierta al desarrollo, aunque sea imprevisible”. Esto no quita, según reza el texto, que “la Iglesia debe llamar siempre a la plenitud a vivir todas las implicaciones del bautismo recibido”. Sin embargo, esto no es óbice para que se vete a la persona “cuando el penitente no manifiesta plenamente un propósito de enmienda”.

El documento vaticano incluye una pregunta todavía más especifica a la que también se da respuesta: “¿Pueden dos personas homoafectivas ser padres de un niño que va a ser bautizado y que fue adoptado u obtenido por otros medios como la gestación subrogada?”. De nuevo, el Papa da un paso al frente y simplemente subraya que “para que el niño sea bautizado es necesario que exista una esperanza fundada de que será educado en la religión católica”.