Salud

Las personas que se mueven mucho al dormir pueden tener este problema psicológico, según los expertos

Irse a la cama en una posición y despertar en otra, sin ser conscientes de ello, puede llegar a preocuparnos cuando es algo muy frecuente

Moverse mucho en la cama al dormir es más común de lo que pensamos, aunque los expertos aclaran que puede deberse a un problema psicológico
Moverse mucho en la cama al dormir es más común de lo que pensamos, aunque los expertos aclaran que puede deberse a un problema psicológicoDreamstime

Dormir en verano puede ser una tarea complicada, pero a lo largo del año, más allá de esta estación, muchas personas tienden a moverse mucho en la cama durante toda la noche. Tal es el caso, que pueden estar tumbados en una posición nada más meterse entre las sábanas y despertar de una muy distinta, sin saber cómo y de qué manera ha sido posible. Además de algún problema muscular o cervical, los expertos coinciden en que las personas que se mueven mucho al dormir tienen un problema psicológico en común.

En general, es más común en verano, ya que con el calor puede llegar a ser agotadora la tarea de intentar dormir. Pero en invierno, a pesar de estar entre las sábanas y evitando el frío con la calefacción o nuestra habitación caliente, también puede darse el caso. Y claro, una de sus consecuencias son los dolores musculares.

Por ejemplo, dormir en una posición en la que el cuello no está bien posicionado en la almohada, con un brazo debajo de la almohada o nuestro propio cuerpo o hasta con la cadera girada o las piernas demasiado cruzadas. Son muchas las posibilidades que, además de ello, también provocan fatiga, más sueño o cansancio inusual.

Por qué nos movemos mientras dormimos: expertos explican que puede deberse al estrés, ansiedad o a otros problemas psicológicos y trastornos

En la mayoría de los casos, son movimientos normales que forman parte del ciclo del sueño, lo que hace que pueda incluir movimientos de brazos o piernas o cambios de posición con la misma naturaleza que hablar en sueños, reír o mover la boca.

En otros, también tiene que ver con el estrés y la ansiedad o asociados a problemas de sueño, contracciones involuntarias que también son muy comunes, así como los espasmos o sacudidas hipnóticas que ocurren al quedarse dormido.

Algo generalmente inofensivo, aunque los expertos coinciden en que hay otros problemas que pueden tener relación con esta situación. Por ejemplo, el trastorno de conducta durante el sueño REM, en el que la persona hasta puede representar físicamente sus sueños, así como hablar, moverse o golpear y hasta gritar.

Esto también termina acabando en el sonambulismo, que si bien no se considera principalmente un problema psicológico (aunque es una parasomnia, un trastorno del sueño caracterizado por la realización de actividades motoras complejas durante el sueño profundo, sin que la persona llegue a ser consciente), diversos factores como el estrés o ansiedad pueden desencadenarlos.

En definitiva, moverse durante el sueño no tiene por qué ser negativo, pero cuando son frecuentes e intensos los movimientos, debe consultarse a un médico y realizarse una polisomnografía (estudio de sueño) para descartar trastornos del sueño u otras afecciones médicas.

En algunas circunstancias, pueden tener que ver con la narcolepsia, una afección que genera somnolencia durante el día. Y es que los expertos están de acuerdo es que si bien la narcolepsia y el sonambulismo son dos trastornos del sueño distintos, pacientes con el primero pueden experimentar el segundo.

Y es que sufrir los primeros síntomas de este trastorno lleva a los movimientos involuntarios durante el sueño, algo que puede llegar a interrumpir el sueño nocturno y, por otro lado, generar otros trastornos como la apnea o el síndrome de piernas inquietas, así como la parálisis del sueño. Por otro lado, el bruxismo también es una de las consecuencias.