Religion

Podemos asalta la Semana Santa: El alcalde de Oviedo prohíbe que la Policía escolte los pasos

El Gobierno municipal, una coalición «sociopodemita», retira la custodia de honor policial y de los Bomberos en las procesiones de las cofradías más humildes.

Vía Crucis organizado por la Hermandad de los Estudiantes ante la mirada de la Policía Local
Vía Crucis organizado por la Hermandad de los Estudiantes ante la mirada de la Policía Locallarazon

El Gobierno municipal, una coalición «sociopodemita», retira la custodia de honor policial y de los Bomberos en las procesiones de las cofradías más humildes.

Las cofradías y hermandades de Oviedo, la Semana Santa con más solera del Principado de Asturias, lo tienen claro: la actuación del Ayuntamiento, que gobierna el PSOE (tercera fuerza en las últimas elecciones) en coalición con Somos, marca blanca podemita, «es un caso claro de discriminación religiosa». Y es que desde que tomaron el bastón de mando no han dejado de manifestar su aversión al hecho religioso, católico fundamentalmente. Primero fue la Catedral del Oviedo, luego la capilla de la universidad y ahora le toca sufrir a la Semana Santa su poco gusto por la libertad, sus prejuicios y ataques. Una situación que ha provocado que en una Eucaristía el Consiliario de la Hermandad de los Estudiantes, sita en el humilde barrio de La Tenderina, Alberto Reigada lanzase la voz de alarma: «No podemos permitir la muerte social de la Semana Santa».

Reigada, sin nombrar a ninguna formación política, llamaba a los cofrades a hacer frente a aquellos que sí quieren las manifestaciones religiosas de estos días fuera del espacio público, liderada por el alcalde Wenceslao López, que «mintió hasta tres veces» a las cofradías, y la podemita teniente de alcalde, Ana Taboada, «la que realmente manda», cuentan las hermandades. Manda tanto –obtuvo más votos que el alcalde– que ha hecho desdecirse al regidor y retirar de un plumazo los 24.000 euros con los que el Consistorio ovetense ayudaba a las cofradías. Jorge Fonseca Mendoza, de la Hermandad de los Estudiantes y miembro de la Junta de Hermandades, explica que ese dinero, a repartir entre seis cofradías, sólo servía para organizar la procesión del Domingo de Resurrección, en la que participan todas. El resto lo sufragan ellas mismas.

Esta decisión, según afirman desde la Junta de Cofradías, no se entiende, sobre todo si se tiene en cuenta «el dineral» que se gastó el Ayuntamiento en la celebración del carnaval: 80.000 euros para una fiesta que duró sólo un día y que se hizo fuera de los días propios para no solaparse con los más importantes de la región. «El carnaval tiene en Oviedo el mismo tirón que las fallas en Galicia», añade con sarcamo Jorge Fonseca.

Al margen de la miope reducción económica a una semana que deja miles de visitantes y millones de euros a las arcas de la ciudad, los ataques a estas manifestaciones religiosas han alcanzado incluso a la escolta de gala de los pasos. Mal que le pese, el Ayuntamiento no podrá prohibir que miembros de la Legión y la Guardia Civil acompañen a la Hermandad de los Estudiantes o que respresentantes de la Brigada Ligera Aerotransportable hagan lo propio con Jesús Nazareno. Sí ha podido impedir la presencia de la Policía Local y de los Bomberos, provocando el malestar en las cofradías, sobre todo las pequeñas. Cabe recordar que la asistencia era voluntaria y que los miembros de estos dos cuerpos no comparten en absoluto la decisión.

Especialmente relevante es la prohibición a los Bomberos, pues su vinculación con la Iglesia de San Isidoro, donde participan, es centenaria, pues tiempo atrás usaban las campanas del templo para avisar de los fuegos en la ciudad. Fruto de esa relación surgió la posibilidad de que los miembros del cuerpo participasen en las procesiones de esta parroquia. A pesar de la prohibición, los bomberos irán, aunque no vestirán sus uniformes. El presidente de la Junta de Hermandades, José Ángel Rodríguez Getino, no comprendeel rechazo que muestran hacia la Semana Santa y todo lo que tenga algo que ver con lo religioso. «Creo que merecemos una compensación económica, que es una compensación a la ciudad. Para Oviedo, la recuperación de la Semana Santa ha supuesto mucho. Antes la gente se iba de aquí en Semana Santa. Ahora no sólo se queda, sino que las procesiones atraen numerosos turistas. Y esto deja mucho dinero», explica.

Otro de los desprecios del consistorio «sociopodemita» hacia el mundo cofrade ovetense fue no ceder el balcón del Ayuntamiento para que la Hermandad de los Estudiantes leyese desde allí la condena a muerte de Jesús durante su procesión. Como protesta, la Hermandad, de la que el alcalde es cofrade de honor, no publicó en su programa de actos el tradicional saludo del regidor por «la actitud discriminatoria de la política municipal».