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La Primera Comunión: así ha evolucionado este rito a lo largo de los años

Las celebraciones son más públicas y sostenibles, y en ellas proliferan los trajes unisex de más de un uso

Un niño y una niña antes de tomar la primera comunión
Un niño y una niña antes de tomar la primera comuniónIcalAgencia ICAL

La primera comuniónes una celebración ampliamente arraigada en la cultura española. Según los datos de la Conferencia Episcopal Española, cada año más de 220.000 niños reciben el sacramento de la Eucaristía. Antiguamente, este momento de conexión espiritual y refuerzo de la identidad religiosa se festejaba de manera íntima y modesta con la participación de unos cuantos familiares cercanos. Sin embargo, con el paso de los siglos, adaptándose a las demandas actuales y reflejando el cambio de valores de la sociedad, este rito ha adquirido una dimensión más pública, festiva, personalizada e, incluso, sostenible. Adquieren una especial relevancia cuestiones como la diversidad de género, la sostenibilidad o la crianza respetuosa.

A medida que las familias se han vuelto más conscientes de la diversidad de género, la celebración de la primera comunión se ha abierto a la inclusión de todos los niños, sin estereotipos de género predefinidos. Es cierto que todavía hay muchas niñas que sueñan con verse como una auténtica princesa el día de su comunión, pero cada vez son más los pequeños que prefieren no ceñirse a la norma de vestido de princesa para las chicas y pantalones para los chicos. Algunos diseñadores, como la valenciana Hortensia Maeso, han escuchado sus reclamos y han comenzado a apostar por prendas vanguardistas que huyen de las tradicionales convenciones de género. Así, han creado trajes unisex, vestidos de ceremonia color malva que reivindican la diversidad y el empoderamiento o trajes marineros hechos para ellas.

«Las tendencias en moda de comunión van de la mano de la sociedad y el sector está lleno de ideas para adaptarse a los cambios. Este año, por ejemplo, hemos podido ver una propuesta de traje de comunión unisex, un vestido no gender que llevaba falda pantalón y no estaba pensado para niño o niña, sino para ambos. Otra marca ha presentado un traje de marinero en color rosa para que lo use instintivamente un niño o una niña. Además, lo han fabricado en diferentes colores, siempre muy suaves, en línea con la tendencia de comunión. También hemos podido ver zapatillas de la marca Converse con grandes lazos o botas que le dan un toque informal al outfit», explica Alicia Gimeno, directora de Día Mágico by FIMI, la única feria del mundo especializada en moda de comunión. «Estas opciones reflejan la apertura hacia nuevas perspectivas y la voluntad de adaptarse a las necesidades individuales, respetando la diversidad y promoviendo la igualdad en todas las etapas de la vida, incluyendo la primera comunión», subraya la experta.

Otra de las propuestas expuestas en esta feria de referencia ha sido la creación de trajes que pretenden impulsar su reutilización, así como facilitar la movilidad de la niña una vez pasada la ceremonia religiosa. Este concepto de aprovechar la vida útil del traje más allá de la ceremonia es un planteamiento que cada vez acogen más familias debido al creciente contexto de conciencia ambiental. En línea con este compromiso, muchas buscan alternativas en el mercado de segunda mano. «La preferencia por una alternativa más económica y por un consumo más consciente y sostenible tiene su reflejo también en las celebraciones de las comuniones. Ante un sector que hasta ahora era muy tradicional vemos que cada vez más familias empiezan a concienciarse sobre lo que supone darle una segunda oportunidad a aquellos trajes que han sido utilizados un único día», declara Íñigo Vallejo, portavoz de Milanuncios.

De hecho, según datos de Milanuncios, en los cuatro primeros meses de 2023 la demanda de trajes de ceremonia ha crecido un 20% respecto al mismo período del año anterior. Este análisis no sólo incluye los vestidos de comunión. También contabiliza los trajes de novia y novio, y de invitados. En total, en 2022 la demanda de este tipo de atuendos creció un 48% respecto a 2021 (un año en el que aún se mantenían algunas restricciones por la pandemia). En el mes de abril 2023, lo más buscado fueron los vestidos de novia; sin embargo, los trajes y vestidos de comunión han sido los productos más pujantes, con un incremento de la demanda del 16% respecto a 2021. Los vestidos de ceremonia para niña han sido los más demandados en esta categoría; sin embargo, la demanda de moda de comunión para niño se han incrementado exponencialmente. En 2022 la demanda creció un 65%, mientras que durante este primer trimestre de 2023 sigue con un incremento del 41% respecto al mismo período de 2022. Según informa el propio portal digital, en 2023 el precio medio de la vestimenta de traje de comunión de niña se encuentra en 120€ y para niño 92€. Este compromiso con el medio ambiente se extiende a los banquetes, con menús más sostenibles y respetuosos, la utilización de materiales reciclados o biodegradables, y minimizando el desperdicio de alimentos.

El mejor regalo: el tiempo

En las celebraciones de comunión también se ha producido un cambio hacia una crianza más respetuosa, que se extiende al ámbito de los regalos. Rompiendo con viejos paradigmas y buscando construir relaciones basadas en el respeto mutuo y la empatía, los padres y madres de las nuevas generaciones que hacen ahora la comunión se esfuerzan por proporcionar opciones de juego enriquecedoras y conscientes, que estimulen la creatividad, la resolución de problemas, la cooperación y la igualdad de género. Además, son cada vez más conscientes de la importancia de elegir juguetes sostenibles, fabricados con materiales no tóxicos y duraderos, para reducir el impacto ambiental y promover un consumo responsable. «Los regalos influyen en el bienestar emocional y cognitivo de los niños. No tanto el regalo en sí, sino la intención con la que se da y, en especial, en el momento en que se da», comenta la psicóloga Miriam Albil.

En su opinión, un regalo de comunión debería estar orientado a los valores o motivos que han llevado al niño a realizar y celebrar dicho acto. «Es un acto religioso y estaría bien que el regalo fuera en coherencia con ello. Pero no debemos olvidar que cualquier regalo debe estar orientado a los valores, principios, aptitudes y actitudes que queremos que nuestros hijos desarrollen, y a sus preferencias de ocio», señala. Y desaconseja realizar regalos no aptos para su edad pese a que conlleven una «aceptación social», como es el caso de obsequiar al niño con un teléfono móvil de alta gama o permitiéndole ir a la iglesia a bordo de una limusina.

La psicóloga recomienda además a los padres dos cuestiones. La primera es que compartan las preferencias de regalos con familiares y amigos para que todos los regalos estén orientados al bienestar y disfrute del niño, y no entren en juego los egos de los adultos por ser el que realice el «mejor» regalo. Y considera regalarles a sus hijos experiencias o «tiempo de calidad compartido». «El ritmo diario nos aleja mucho de ese tiempo de calidad que tendemos a compensar con los regalos materiales. Pero éstos nunca podrán reemplazar el amor, la cercanía o el compartir con unos papis. Lo ideal es que les dediquemos tiempo y que nos interesemos por sus cosas del día a día», concluye esta experta.