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Hábitos humanos

¿Qué significa mirar hacia la izquierda cuando mantienes una conversación? Esto es lo que dice la psicología

Este gesto habitual, si bien en muchos casos se desestima alegando cierta timidez, puede llegar a simbolizar un hábito mucho más trascendente en función de la persona

Según se hacen mayores, las conversaciones con los hijos se vuelven más complicadas Julia M Cameron

En el vasto mundo de la comunicación humana, gran parte de lo que decimos no se expresa con palabras. Los gestos, la postura corporal, el tono de voz y, particularmente, los movimientos de los ojos, pueden comunicar más de lo que imaginamos. Uno de estos gestos, aparentemente inocente, es el de mirar hacia la izquierda mientras se mantiene una conversación.

Aunque muchas personas lo hacen sin darse cuenta, este movimiento ha sido objeto de estudio dentro del campo de la psicología y la programación neurolingüística (PNL), desde donde se sugiere que podría estar vinculado al recuerdo de experiencias pasadas o a un proceso de reflexión interna. La pregunta es: ¿podemos realmente interpretar lo que piensa alguien con solo observar hacia dónde mira?

¿Qué significado tiene mirar a la izquierda?

Según las teorías desarrolladas en el marco de la PNL, cuando una persona desvía su mirada hacia la izquierda, desde su propia perspectiva, podría estar accediendo a información almacenada en su memoria. Es decir, estaría recordando algo que vio, escuchó o sintió en el pasado. Esta interpretación parte de la premisa de que el cerebro responde a distintos estímulos mentales con movimientos oculares específicos. Así, mirar hacia la izquierda y hacia arriba podría estar relacionado con la evocación de imágenes visuales, mientras que hacerlo hacia los lados indicaría recuerdos auditivos, y hacia abajo, una reflexión o diálogo interno. Aunque este modelo ha sido adoptado en contextos como el coaching, la negociación y hasta en la investigación criminal, su aplicación ha sido objeto de críticas dentro de la comunidad científica.

Los cuestionamientos no se han hecho esperar. Investigaciones académicas recientes en psicología cognitiva han puesto en duda la validez empírica de estas afirmaciones. Si bien es cierto que muchas personas siguen patrones de movimiento ocular relativamente consistentes al recordar o imaginar, no se puede generalizar este comportamiento. Variables como si la persona es diestra o zurda, su estado emocional, el contexto social, e incluso aspectos culturales, pueden influir significativamente en cómo y hacia dónde mira alguien cuando piensa. Además, el intento de utilizar estos movimientos como herramientas para detectar mentiras ha sido desaconsejado por expertos, quienes advierten que no existe una relación directa y universal entre la dirección de la mirada y la veracidad de lo que se dice.

Los gestos dicen más que las palabras

Pese a ello, el interés por interpretar el lenguaje no verbal continúa creciendo. En una era donde la comunicación rápida y directa predomina, cada vez más personas intentan comprender las señales no verbales para mejorar sus relaciones personales, su desempeño profesional o su capacidad para influir en otros. La televisión, las redes sociales y los libros de autoayuda han contribuido a popularizar ciertas interpretaciones sobre gestos y posturas, muchas veces sin respaldo científico suficiente. Esto ha generado una doble situación: por un lado, una creciente conciencia sobre la importancia del lenguaje corporal; por otro, una peligrosa tendencia a sobredimensionar o malinterpretar señales que deben analizarse siempre dentro de un contexto más amplio.

La mirada hacia la izquierda, entonces, no puede tomarse como un signo inequívoco de que alguien está diciendo la verdad, ni de que está recordando un hecho real. Podría ser una señal de introspección, un simple reflejo neurológico o incluso un hábito aprendido. Por eso, los especialistas en comunicación no verbal insisten en que ningún gesto, por sí solo, puede usarse como prueba concluyente sobre el estado mental o emocional de una persona. Lo importante es observar patrones de comportamiento, la coherencia entre lo que se dice y lo que se expresa con el cuerpo, y sobre todo, entender que cada individuo tiene su propia manera de pensar y comunicarse.

La importancia del contexto y la persona

En definitiva, mirar hacia la izquierda durante una conversación podría ser un indicio de que alguien está recordando, reflexionando o procesando una idea. Sin embargo, su interpretación requiere cuidado, contexto y un enfoque crítico. No se trata de adivinar pensamientos, sino de comprender mejor cómo funciona la comunicación humana. En un mundo cada vez más consciente de la importancia de escuchar y observar con atención, entender estos gestos puede ser una herramienta valiosa. Pero como toda herramienta poderosa, debe utilizarse con responsabilidad.