Reportaje

'Turismo de bienestar': un concepto hecho para España

La Asociación Iberoamericana de Termalismo y Bienestar crea un proyecto para reconfigurar el sector turístico, incluir al mundo rural y aprovechar spas, balnearios y espacios 'wellness'

Spa del hotel Castilla Termal Brihuega (Guadalajara)
Spa del hotel Castilla Termal Brihuega (Guadalajara)La Razón

«Viajar puede ser mucho más que descubrir un lugar. Puede convertirse en un camino hacia el equilibrio, el autocuidado, la conexión con la naturaleza y con la cultura local». Esta es la filosofía de «Experiencias Turismo Bienestar España», una iniciativa impulsada por la Asociación Iberoamericana de Termalismo y Bienestar (AITB) que cuenta con el apoyo del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y que ha sido financiada por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation.

En un momento en el que la masificación de visitantes y de pisos turísticos, la gentrificación y el consumo descontrolado representan un problema para muchas capitales, encontrar una nueva (y sostenible) forma de conocer lugares y disfrutar de ellos pasa a ser primordial. Toca retroceder y… ¿volver a los orígenes?

España es un territorio con una enorme riqueza en cuanto a aguas termales se refiere gracias a una herencia que se remonta a hace más de 2.000 años. Se trata de aguas mineromedicinales que emergen del suelo a temperaturas superiores a la del ambiente, ricas en minerales y con propiedades terapéuticas, que ya en la época de los romanos eran todo un reclamo. Desde los siglos XVII y XVIII se empezaron a recoger obras y escritos que alababan la riqueza en manantiales y aguas termales de nuestro país. Esto explica que los balnearios, spas y centros de talasoterapia –tratamientos de bienestar que utilizan las propiedades terapéuticas del agua de mar– hayan estado siempre muy ligados a la península. El termalismo, por tanto, se define como el uso de estas aguas para fines recreativos o terapéuticos. Orense, Pontevedra, Zaragoza, Murcia, Castilla-La Mancha… Son muchas las provincias que gozan de una profunda «riqueza termal», tradición histórica que ha servido de base para el desarrollo de la gran oferta de establecimientos spa que basan en el agua su principal propuesta.

En 1989, gracias a la creación del Imserso (Instituto de Mayores y Servicios Sociales), se vivió un auténtico «boom», y los centros de termalismo, bienestar o wellness –término inglés que se usa para definir un equilibrio saludable entre los niveles mental, físico y emocional– experimentaron un gran auge. Se renovaron antiguos balnearios, se hicieron reaperturas, se crearon nuevos… Y aparecieron muchos establecimientos que incorporaron a sus servicios técnicas de agua. Ya por aquel entonces España se consolidó como un destino internacional de referencia en turismo de bienestar. Un tipo de turismo que va más allá del ocio y que, tras la covid, ha cobrado más sentido que nunca.

«Experiencias Turismo Bienestar España» quiere que cada viajero cree su escapada a medida, lejos de ritmos acelerados y con una oferta amplia de opciones transformadoras, sostenibles y adaptadas a las nuevas formas de viajar. Teresa Pacheco sabe, y mucho, de todo esto. Desde hace más de 18 años dirige la revista «Tribuna Termal», enfocada al turismo de salud. Lleva años hablando, estudiando y recopilando información sobre las aguas termales y los beneficios de las mismas. El impacto de su publicación en Latinoamérica fue notable, y gracias a los apoyos conseguidos allí surgió hace ya 14 años la «Asociación Iberoamericana de Termalismo y Bienestar», de la que Pacheco es presidenta. «Desde esta entidad hemos impulsado cursos de formación, spas, normas de calidad para estos, tertulias online mensuales que reunen a un amplio sector del termalismo y wellness de España y Latinoamerica...», cuenta en una entrevista para LA RAZÓN. En un momento como el actual era necesario dar un paso más allá, y «que España consolidara su posición como destino internacional de referencia, alineado con las tendencias actuales de un turismo más equilibrado, consciente y respetuoso». Países vecinos como Italia, Francia o Alemania también llevan años apostando por ligar los espacios de bienestar con el sector turístico.

Teresa Pacheco, presidenta de la Asociación Ibérica de Termalismo y Bienestar
Teresa Pacheco, presidenta de la Asociación Ibérica de Termalismo y BienestarLa Razón

Los balnearios, que con el tiempo han dejado de ligarse exclusivamente al Imserso, se han acabado convirtiendo en una opción muy valorada por los viajeros, especialmente en un momento en el que el culto al cuerpo y a la salud es evidente. «La gente está buscando cada vez más viajes relacionados con los retiros espirituales, la meditación, la naturaleza… España tiene muchas papeletas para posicionarse como líder en este tipo de turismo que se relaciona con la hidrología médica», asegura Teresa. Y con ese fin se ha creado el «Club de Experiencias Turismo Bienestar España».

Para su lanzamiento se han diseñado 11 experiencias piloto en distintas comunidades autónomas: Aragón, Castilla y León, Andalucía y Murcia son algunas de ellas. «Queremos que los viajeros se centren en ‘5 DES’: que descubran la artesanía y el comercio local; que disfruten del patrimonio cultural y natural; que descansen en alojamientos sostenibles con espacios wellness; que degusten la gastronomía de proximidad con un enfoque saludable; y que desconecten mediante actividades de relajación y contacto con la naturaleza», explica la creadora de Tribuna Termal. «Es una propuesta de valor que no competirá por cantidad o volumen, sino por calidad y coherencia; y que está dirigida a quienes buscan algo más profundo, un descanso que se sienta, una experiencia que se recuerde, un lugar al que volver», añade.

Impulsar los entornos rurales desde el respeto y la sostenibilidad es uno de los puntos fuertes de esta prometedora iniciativa. Se huye de las grandes ciudades, de las temporadas altas y de lo «comúnmente conocido». Los establecimientos que están contemplados en las Experiencias Turismo Bienestar España están ubicados en entornos tranquilos, como es la comarca de La Alcarria, que ocupa algo más de una tercera parte de la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha). Allí se ubica el hotel Castilla Termal Brihuega, uno de los alojamientos que cumple las características necesarias para estar dentro del proyecto impulsado por la AITB.

La «Provenza Española»

El espacio cuenta con una amplia piscina dinámica, un jacuzzi, una piscina exterior y cabinas de tratamientos para la realización de exclusivos masajes y rituales. Por si fuera poco, se trata de un edificio histórico: antiguamente era la Real Fábrica de Paños. Fue construido a lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII y alberga los «Jardines Románticos», un espacio verde, de dominio público, con influencia versallesca y que destaca por sus fuentes, cipreses y un mirador que otorga unas vistas imponentes del pueblo, muy relacionado con el cultivo de lavanda y motivo por el que se le conoce como la «Provenza española».

Antiguamente el edificio era la Real Fábrica de Paños
Antiguamente el edificio era la Real Fábrica de PañosLa Razón

Teresa incide en que «buscamos viajeros que quieran ir a lugares diferentes, respeten los entornos y se impliquen en la cultura local», a lo que agrega que «bajo la marca común de Experiencias Turismo Bienestar España queremos aunar una oferta turística especializada, orientada al bienestar como un producto turístico de referencia».

Para que esta iniciativa llegue a buen puerto, Pacheco considera necesaria una «buena colaboración entre agentes públicos y privados», para que aúnen esfuerzos y se saque partido al gran potencial que tiene España «para posicionarse a nivel internacional como un país de bienestar». En vistas de que el turismo es algo que nos afecta a todos, «las autoridades deben implicarse y fomentar fórmulas que apuesten por una forma de viajar que vaya de la mano con las realidades del nuevo mundo, entre las que están el respeto al medioambiente, a la persona, el impulso de las zonas rurales y el consumo consciente». A los viajeros, Teresa les pide y les anima a «seguir buscando e indagando en la sensibilización y compromiso a la hora de disfrutar y desconectar».