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Las sábanas solo están verdaderamente limpias cuando se lavan a esta temperatura
Aunque parezca un detalle menor, elegir la temperatura correcta al lavar las sábanas puede marcar una gran diferencia en el bienestar diario
Lavar las sábanas es una tarea doméstica rutinaria, pero no siempre se hace de la manera más efectiva. Aunque muchas personas las lavan con agua fría o tibia para ahorrar energía o proteger las telas, esto podría no ser suficiente para garantizar una limpieza profunda.
La temperatura adecuada para eliminar bacterias, ácaros y otros gérmenes invisibles que se acumulan con el uso diario es de al menos 60 grados Celsius. A esta temperatura, el calor ayuda a desinfectar las sábanas y a remover alérgenos y olores persistentes.
¿Por qué importa la temperatura?
Cada noche, las sábanas acumulan sudor, células muertas de la piel y aceites corporales. Estos residuos no solo ensucian la tela, sino que también crean un ambiente ideal para microorganismos no deseados. Aunque el agua fría puede eliminar la suciedad visible, no siempre logra desinfectar por completo.
El agua caliente, en cambio, descompone mejor estos residuos y elimina eficazmente bacterias y ácaros, reduciendo el riesgo de irritaciones en la piel y problemas respiratorios, especialmente en personas con alergias.
¿Con qué frecuencia se deben lavar las sábanas?
Para mantener un entorno de descanso saludable, se recomienda lavar las sábanas al menos una vez por semana. En temporadas calurosas o si se duerme con mascotas, podría ser necesario hacerlo con mayor frecuencia.
Si bien algunos prefieren usar agua fría para evitar que las telas se encojan o para ahorrar energía, combinar un detergente antibacteriano con ciclos de lavado más largos puede ayudar a compensar la diferencia de temperatura. Sin embargo, siempre que sea posible, optar por agua caliente sigue siendo la opción más eficaz.
Beneficios de una limpieza adecuada
Dormir en sábanas verdaderamente limpias no solo mejora la calidad del sueño, sino que también contribuye a la salud general al reducir la exposición a alérgenos y gérmenes. Además, una limpieza adecuada ayuda a mantener las sábanas frescas y libres de olores desagradables.
En definitiva, aunque parezca un detalle menor, elegir la temperatura correcta al lavar las sábanas puede marcar una gran diferencia en el bienestar diario.