Chefs

«Internet no enseña a cocinar, sólo ayuda»

Ramón Freixá / Cocinero

«Internet no enseña a cocinar, sólo ayuda»
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Acaba de participar en un «hang out» gastronómico de Google, ¿se siente atraído por estas nuevas experiencias?

-Me gustan las nuevas tecnologías, soy bastante internauta y cuando me lo propusieron dije: «¡Adelante!».

-¿Hasta qué punto cree que este tipo de iniciativas ayudan a difundir la alta gastronomía?

-Estas herramientas llegan mejor al público final, realmente lo que es algo pedagógico, donde se enseña y se hace, donde hay mucha gente que comparte experiencias y hay una comunicación en directo, que sirve para acercarnos más.

-¿Se considera adicto a los dispositivos móviles?

-Yo estoy pegado todo el día al ordenador, al teléfono o al iPad.

-¿Alguna vez ha tenido algún problema con ellos?

-Ahora empiezo a guardar las cosas en la Nube, porque ya me he dado más de un susto.

-¿Qué le aportan las experiencias culinarias «on-line»?

-Frescura. Es una situación ideal en la que hay que abstraerse, hay que ser una esponja para estar dispuesto a absorber. Con todo esto siempre se aprenden cosas, nombres, te pueden sugerir un plato, una receta. Uno tiene que estar en modo on-line y no off-line, sino te pierdes cosas.

-Además, de su inmersión en las redes, ¿qué otros proyectos le mantienen ocupado?

-Por ejemplo, puedo adelantar que hemos renovado por completo nuestra página web, que será presentada a finales de mes. Será muy divertida.

-Entonces, ¿le da importancia a estar bien situado en la red?

-Sí, todo está en «San Google», porque si uno busca y no lo encuentra a través del buscador, no existe.

-¿Para aprender a cocinar también hay que ir a internet?

-No, no, no... para eso están las manos y las herramientas de cocina y el día a día. Internet no te enseña a cocinar, te da la facilidad y las herramientas para hacerlo, para poder aprender.

-Entonces, ¿donde está la clave para ser un buen cocinero?

-Las rutinas diarias en la cocina, no hay más. El ser esponja, el no creerte que eres lo más... O sea, al final es un poco eso, el querer aprender y no perder nunca ese espíritu.

-¿De dónde absorbe usted?

-De todo. Una señora que cocina un plato tradicional y casero, y del restaurante más top. Hay que ver todo con una mente de niño, que te ilusione lo que te rodea.

-¿Cuál es el ingrediente que nunca falta?

-El huevo, siempre tiene que haber en la cocina, es un producto mágico. Porque una cocina sin sal es una pastelería.