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Las setas más peligrosas: cómo reconocerlas y qué hacer si las consumes

Conocer cuáles son las más peligrosas y saber actuar rápido puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia

Setas típicas de Castilla y León
Setas típicas de Castilla y LeónJcylJcyl

Salir al campo en otoño lleva a muchos a recoger setas, pensando en una buena comida casera. Pero entre esas especies hay algunas que pueden ser mortales. Las setas venenosas no siempre son fáciles de distinguir de las comestibles, y los errores pueden tener consecuencias graves para la salud. Conocer cuáles son las más peligrosas y saber actuar rápido puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia.

Las setas que más riesgo representan

 Amanita phalloides
Amanita phalloidesGastronomia vasca

Una de las más peligrosas es la Amanita phalloides, conocida como “death cap” o amanita mortal. Es responsable de la mayoría de las muertes por intoxicación con hongos en el mundo. Sus toxinas son altamente resistentes al calor, por lo que cocinarla no la hace segura. Produce daño en el hígado y en los riñones.

Amanita ocreata
Amanita ocreataWikipedia

Otra familia muy peligrosa es la de las “angel de la destrucción” (Amanita bisporigera y especies similares). Estas setas blancas suelen parecer inofensivas, pero contienen las mismas toxinas mortales que la «death cap».

Gyromitra esculenta
Gyromitra esculentaWikipedia

También hay otras con riesgo más moderado pero que pueden causar síntomas severos. Un ejemplo son las “falsas colmenillas”, que contienen una toxina llamada gyromitrina. Aunque no siempre mata, puede causar daños serios si no se atiende.

En general, los envenenamientos por setas suelen manifestarse con síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos y diarrea en las primeras horas. En casos de setas altamente tóxicas, el daño interno puede tardar en aparecer, afectando hígado, riñón o provocando fallos orgánicos.

Señales que pueden ayudarte

Existen algunos indicios que pueden alertarte de que una seta podría ser peligrosa, aunque no son infalibles. Por ejemplo, muchas amanitas tienen una volva basal (una especie de base bulbosa cubierta por una “bolsa”) u otras estructuras que pueden ocultarse bajo hojas y tierra.

También se recomienda observar las láminas (qué color tienen), la reacción al corte o al primer contacto, el entorno donde crecen (sobre madera, suelo cálido, zonas húmedas). Pero ninguna de estas características garantiza que una seta sea segura: algunas venenosas imitan a las comestibles.

Un estudio reciente en China ha buscado usar inteligencia artificial (redes neuronales) para distinguir setas venenosas de comestibles a partir de fotografías, dada la dificultad de diferenciarlas a simple vista.

Qué hacer si crees que has ingerido una seta venenosa

Lo primero es no esperar a que aparezcan síntomas: incluso si te sientes bien, es vital acudir a urgencias lo antes posible. Los expertos recomiendan ir al hospital con una muestra de la seta (si la tienes), restos del alimento o una foto.

En el hospital, el tratamiento es principalmente de apoyo: mantener hidratado al paciente, controlar funciones del hígado y riñón, y tratar síntomas como vómitos o diarrea. En algunos casos graves, puede requerir trasplante de hígado.

Un estudio reciente publicado en ScienceDirect describió un caso de intoxicación por amatoxinas (las toxinas presentes en muchas amanitas mortales) donde se utilizó lavado gástrico y tratamiento sintomático con resultados mixtos dependiendo de la rapidez de la atención médica.