Tribuna

El síndrome aerotóxico en los aviones, un peligro poco conocido

Médico especializado en síndrome aerotóxico y director de Biosalud Day Hospital.

Pasajeros en un avión
Pasajeros en un aviónDreamstimeDreamstime

El personal auxiliar de vuelo y pilotos, así como los pasajeros frecuentes especialmente de vuelos intercontinentales, están ante un peligro poco conocido por el público: el síndrome aerotóxico. El aire que respiramos en los aviones procede de los motores y está cargado de muchas sustancias neurotóxicas, como los disolventes del benceno, tricresyl fosfatos (TCP) y PBDEs. que también son inmunotóxicos y cancerígenos, intoxicándonos progresivamente y que, al acumularse hasta un determinado nivel, producen esta patología.

Los síntomas a corto plazo incluyen afonía, dolor de garganta, asma e irritación de las vías respiratorias, mientras que, a medio plazo, puede provocar problemas cardiovasculares, ictus, intestino irritable, pérdida de memoria, deterioro cognitivo, depresión, ansiedad, alteración de la personalidad y fatiga crónica, con altas tasas de incapacidad temporal. E incluso derivar en enfermedades como cáncer o Parkinson, según un estudio publicado este año en la revista «Environment Health».

Este síndrome debe ser tratado convenientemente, con un enfoque sistemático y consistente para el diagnóstico y posterior tratamiento de las personas expuestas. Según los datos que hemos recopilado en Biosalud Day Hospital, el tratamiento conlleva 3 años realizando terapia de filtración sanguínea, entre otros tratamientos, por lo que es fundamental concienciar a los demás sobre el impacto real del síndrome aerotóxico.

Hasta la fecha, ni las aerolíneas ni los fabricantes han llevado a cabo oficialmente mediciones de los posibles riesgos de exposición a dichas sustancias contaminantes. Es necesario instalar filtros y sensores de «purga de aire» eficaces en las aeronaves y regular los límites en la cantidad de sustancias químicas que puede contener el aire de una cabina aérea. Y urge realizar un reconocimiento, investigación y manejo de las personas que sufren efectos tóxicos, incluyendo acciones y mediciones durante el vuelo, inmediatamente después del vuelo y en seguimientos posteriores. También son importantes las medidas preventivas, con tratamientos que faciliten la acumulación de estas sustancias y eviten su acumulación en los tejidos.