Salud
Síntomas de la Enfermedad de Chagas: menos del 10% de las personas infectadas han sido diagnosticadas
Esta enfermedad, que hoy celebra su Día Mundial, es causada por el parásito 'Trypanosoma cruzi'. Se estima que entre 6 y 7 millones de personas a nivel mundial están infectadas.
En el marco del Día Mundial de la Enfermedad de Chagas que se celebra el 14 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que esta patología "sigue siendo un problema de salud pública", especialmente en varias zonas endémicas de Latinoamérica continental. Es importante visibilizar el Chagas porque se trata de una enfermedad desatendida En muchos países las tasas de detección son bajas (menos del 10% y a menudo menos del 1%) y las personas que padecen la enfermedad suelen enfrentarse a importantes obstáculos para el diagnóstico y una atención sanitaria adecuada. Además, suele denominarse "enfermedad silenciosa" porque la mayoría de los pacientes no presentan síntomas ni durante la fase aguda ni durante la crónica de la infección, hasta que los daños están demasiado avanzados para poder revertirlos
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Se estima que entre 6 y 7 millones de personas a nivel mundial están infectadas por 'Trypanosoma cruzi', el parásito que causa la enfermedad, lo que provoca unas 12.000 muertes al año y deja a unos 75 millones de personas en riesgo de infección. En las últimas décadas el Chagas se ha detectado en muchos países fuera de América Latina, incluidos Estados Unidos y Canadá. También se han registrado casos en países europeos y en algunos países africanos, del Mediterráneo oriental y del Pacífico occidental. El organismo sanitario internacional apunta que esta mayor difusión está relacionada con el aumento de los movimientos de población.
Sintomatología y cómo se contagia
La enfermedad de Chagas, también llamada tripanosomiasis americana, es una enfermedad potencialmente mortal causada por el parásito protozoo Trypanosoma cruzi (T. cruzi). Este parásito se transmite principalmente por contacto con las heces o la orina infectadas de triatominos que se alimentan de sangre. Por lo general, esos insectos que albergan los parásitos viven en las grietas y huecos de paredes y tejados de casas y estructuras exteriores, como gallineros, corrales y almacenes, en zonas rurales y suburbanas. Normalmente permanecen ocultos durante el día y entran en actividad por la noche para alimentarse de la sangre de mamíferos, entre ellos los humanos.
En general, pican en zonas expuestas de la piel, como la cara, y defecan/orinan cerca de la picadura. Los parásitos penetran en el organismo cuando la persona picada se frota instintivamente y empuja las heces o la orina hacia la picadura, los ojos, la boca o alguna lesión cutánea abierta. La transmisión del parásito del Chagas también puede transmitirse a través del consumo de alimentos, las transfusiones de sangre y el trasplante de órganos, así como de forma congénita, de madre a hijo.
El Chagas tiene dos fases. Inicialmente, la fase aguda dura unos dos meses después de contraerse la infección. Durante esa fase, una gran cantidad de parásitos circulan por el torrente sanguíneo, pero en la mayoría de los casos no hay síntomas o estos son leves. En menos del 50% de las personas picadas por un triatomino, un signo inicial característico puede ser una lesión cutánea o una hinchazón amoratada de un párpado. Además, esas personas pueden presentar fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico. Durante la fase crónica, los parásitos permanecen ocultos principalmente en el músculo cardíaco y digestivo. Hasta un 30% de los pacientes sufren trastornos cardíacos y hasta un 10% presentan alteraciones digestivas (típicamente, agrandamiento del esófago o del colon) o neurológicas. Con el paso de los años, la infección puede causar muerte súbita por arritmias cardíacas o insuficiencia cardíaca progresiva como consecuencia de la destrucción del músculo cardíaco.
Tratamiento de la enfermedad de Chagas
El Chagas es curable cuando el tratamiento se administra poco después de la infección, y la detección y el seguimiento de la enfermedad pueden llevarse a cabo en la Atención Primaria. Por ese motivo, la OMS considera que la descentralización de los servicios de diagnóstico y atención y su integración en los sistemas nacionales de salud "pueden desempeñar un papel crucial para garantizar la detección, notificación y gestión eficaces de los casos". "La enfermedad de Chagas sigue siendo una lacra en la vida de demasiadas personas, en América Latina y en todo el mundo. Pedimos que se refuerce la Atención Primaria para detectar y diagnosticar mejor los casos y garantizar que cada vez más personas puedan beneficiarse de los tratamientos disponibles para combatir esta enfermedad", ha señalado Ibrahima Socé Fall, director del Programa Mundial de la OMS sobre las enfermedades tropicales desatendidas.
No obstante, la OMS apunta que en la lucha contra el Chagas se han logrado "avances significativos", a pesar de las "difíciles circunstancias". Por ejemplo, se ha interrumpido la transmisión vectorial domiciliaria en Belice, Chile, Costa Rica, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Uruguay, así como en muchas zonas de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, El Salvador, Guayana Francesa, Guatemala, Guyana, México y Perú. El cribado universal de donantes de sangre y hemoderivados se ha implantado en todos los países latinoamericanos y se está aplicando cada vez más en países con casos de la enfermedad. Además, muchos países están ampliando esta intervención para eliminar el riesgo de Chagas congénito.
El lo que respecta al acceso de medicamentos, según la OMS, también ha habido "avances importantes". El nifurtimox y el benznidazol, utilizados para tratar la enfermedad de Chagas, son donados actualmente a la OMS por Bayer e Insud Pharma, respectivamente, y se ponen a disposición de los países que los solicitan, en su mayoría de forma gratuita.
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