Salud

¿Cuáles son los medicamentos que provocan más efectos secundarios?

Conocidos fármacos, como el Paracetamol o el Ibuprofeno, también tienen efectos secundarios que pueden entrañar riesgos para la salud

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Todos los medicamentos tienen el potencial de causar efectos secundariosFreepik

Fue Jean-Baptiste Poquelin (1622-1673), más conocido como Moliere, quien dijo una vez: "Casi todos los hombres mueren de sus medicinas, no de sus enfermedades". El dramaturgo se burló en numerosas ocasiones de la obsoleta medicina de su tiempo y esta forma de percibirla alcanzó su culmen en la obra de teatro El enfermo imaginario, protagonizada por un incurable hipocondríaco. Esta idea de que la medicina es a veces un problema y no una solución ha pervivido hasta nuestros días.

Cabe destacar que los medicamentos se inventaron con el objetivo de curar enfermedades, aliviar el dolor y disfrutar de la vida con salud hasta el momento de la muerte. Si la población es cada vez más longeva es, en gran parte, gracias a todos los avances que se han ido dando en la ciencia y, en concreto, en investigación médica y farmacológica. No obstante, es cierto que rara vez "el remedio es peor que la enfermedad". O, mejor dicho, los efectos secundarios de los medicamentos pueden llegar a provocar más perjuicios que los que solventan.

Y es que todos los medicamentos tienen el potencial de causar efectos secundarios, no deseados o adversos. Sin excepción. Esto se da por varios motivos: en ocasiones esos efectos son inherentes a su composición, en otras se dan porque interactúan con otros fármacos o alimentos. A veces es el propio paciente el que tiene una alergia o una enfermedad subyacente a la que se pretende tratar y que empeora tras el uso de los fármacos. Los motivos varían mucho de una persona a otra.

Por lo general, los beneficios de los medicamentos superan considerablemente a los riesgos por efectos secundarios. De otra forma, no se comercializarían o se retirarían de inmediato. Es por eso que, cada medicamento va acompañado de un prospecto que contienen una lista de efectos secundarios que pueden tener lugar. Según su gravedad, estos se clasifican en poco frecuentes, frecuentes o raros (por lo general en proporciones de 1 de cada 1.000 pacientes) o muy raros (proporciones de 1 de cada 10.000 o superiores). También se describen como leves, moderados, graves y letales.

Las reacciones leves, que suelen describirse como de menor importancia, e incluyen alteraciones digestivas (como náuseas, estreñimiento, diarrea); dolor de cabeza (cefalea); fatiga; dolores musculares difusos; malestar (sensación general de estar enfermo o de no estar bien) o cambios en los patrones de sueño.

Las reacciones adversas moderadas a los fármacos incluyen erupciones (especialmente si son extensas y persistentes); alteraciones visuales (especialmente en las personas que usan lentes correctoras); temblor muscular; dificultad para orinar (un efecto común de muchos fármacos en hombres de edad avanzada); cualquier cambio perceptible en el estado de ánimo o la función mental o ciertos cambios en componentes de la sangre o en los niveles sanguíneos de algunas sustancias, como la glucosa.

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MedicamentosLa Razón

La aparición de reacciones adversas leves o moderadas no significa necesariamente que la persona deba dejar de tomar el medicamento, sobre todo si no se dispone de una alternativa apropiada. No obstante, el médico suele reconsiderar la dosis, la frecuencia de utilización (número de dosis diarias) y el horario de las dosis (por ejemplo, antes o después de las comidas, al levantarse o al acostarse). También pueden utilizarse otros medicamentos para controlar la reacción adversa al fármaco (por ejemplo, un laxante para aliviar el estreñimiento).

Las reacciones adversas graves a los fármacos pueden llegar a ser mortales, como el fallo hepático, la arritmia cardíaca y ciertos tipos de reacciones alérgicas. Estas pueden dar lugar a una discapacidad persistente o importante, o bien a un ingreso hospitalario. Son relativamente raras. Es habitual que las personas que experimentan una reacción grave tengan que suspender la toma del fármaco y deban ser tratadas. No obstante, en ocasiones los médicos continúan administrando fármacos de alto riesgo. Por ejemplo, quimioterapia para el cáncer o fármacos inmunosupresores en receptores de trasplantes de órganos.

Finalmente, las reacciones mortales son aquellas en las que una reacción a un fármaco causa, de manera directa o indirecta, la muerte. Estas reacciones suelen ser reacciones graves que no fueron detectadas a tiempo o que no respondieron al tratamiento. Las reacciones mortales pueden ser la causa de que algunos medicamentos hayan sido retirados del mercado (como la troglitazona y la terfenadina).

El problema de las interacciones

A veces, el motivo de las reacciones dañinas que surgen al ingerir un medicamento se deben a la interacción del mismo con otros fármacos o con algunos alimentos. Según subraya MedlinePlus estas interacciones pueden darse entre:

  • Dos fármacos, como la aspirina y anticoagulantes. En este caso, puede aumentar en gran manera el riesgo de un sangrado de importancia. Los medicamentos más comunes con los que puede interactuar la aspirina son los analgésicos antiinflamatorios, como diclofenaco, ibuprofeno, indometacina y naproxeno. Estos pueden aumentar el riesgo de hemorragia estomacal si se toman en combinación.
  • Medicamentos y alimentos. Por ejemplo, si se mezcla el zumo de pomelo con algunas estatinas, inmunodepresores, benzodiacepinas o antagonistas del calcio (indinavir y carbamazepina) se pueden inducir consecuencias clínicas graves. El regaliz o el alcohol también interactúan de forma adversa con varios fármacos.
  • Los medicamentos y suplementos vitamínicos, como el gingko y diluyentes de la sangre, que pueden alterar una dosis de medicación cuidadosamente equilibrada. Por ejemplo, algunas interacciones con antibióticos y analgésicos habituales pueden hacer que la sangre se espese.
  • Los medicamentos y las enfermedades, como la aspirina y las úlceras pépticas.

Es importante que para prevenir posibles efectos adversos, se comunique todo lo que se está tomando de forma previa con un especialista o farmacéutico, especialmente en el caso de los medicamentos sin receta que no precisan de supervisión médica. Además, también hay que leer el prospecto y seguir las indicaciones de cómo tomarlo.

Los efectos secundarios de los medicamentos más comunes

Antiinflamatorios: Entre ellos, destacan el ibuprofeno, el diclofenaco, el ketoprofeno y el ketorolaco. Una de las reacciones adversas más comunes es el dolor de estómago, más si el paciente forma parte de un grupo de riesgo (pacientes con úlcera péptica o problemas de estómago). Además, pueden subir la tensión arterial y, en el caso de hipertensión, puede empeorar esta condición. Pero una de las consecuencias más importantes que puede tener la ingesta continua y frecuente de antiinflamatorios sin consulta médica, es su potencial impacto en el funcionamiento de los riñones. Pueden provocar inflamación aguda y, en última instancia, insuficiencia renal crónica. Las personas más expuestas a este daño son aquellas que sufren algún grado de fallo renal asociado a enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad.

Paracetamol: Los síntomas de una sobredosis de paracetamol puede incluir: mareos, vómitos, pérdida de apetito, coloración amarillenta de la piel y los ojos y dolor abdominal. El principal problema que puede ocasionar es que un consumo inadecuado afecte al hígado, pues es hepatotóxico. Sus efectos secundarios raros son malestar, bajada de tensión y un aumento de las enzimas del hígado. En muy raros pueden darse reacciones alérgicas (por ejemplo cutáneas), bajada de glucosa, alteración sanguínea y alteración del hígado y del riñón.

Antidepresivos: Cuando se empiezan a tomar el paciente puede notar en muchos casos que sus síntomas empeoran. Los signos y síntomas como náuseas, aumento de peso, problemas de sueño, fatiga, boca seca, estreñimiento o ansiedad pueden ser comunes al principio. Para muchas personas, estos mejoran a las pocas semanas. Sin embargo, en algunos casos, no desaparecen. Algunos causan efectos secundarios sexuales, como la disminución del deseo sexual y la dificultad para llegar al orgasmo. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) tienen más probabilidades de causar efectos secundarios sexuales que otros antidepresivos. Además, ciertos antidepresivos no deben usarse si el paciente tiene problemas cardíacos o está tomando un inhibidor de la monoaminoxidasa.

Los anticonceptivos orales por regla general pueden producir vómitos. Otros efectos secundarios son el sangrado mientras se toman las píldoras activas (llamado sangrado intermenstrual o manchado), sensibilidad en las mamas, dolores de cabeza, hinchazón abdominal o aumento de la presión arterial. Algunos efectos secundarios, como las náuseas, pueden mejorar después de tomar la píldora durante un tiempo. Entre sus riesgos graves se hallan los coágulos sanguíneos en las piernas, llamados trombosis venosa profunda; el ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, sobre todo si la persona es fumadora; y los trastornos hepáticos.

Entre los efectos secundarios de su consumo está el aumento de la presión arterial
Entre los efectos secundarios de su consumo está el aumento de la presión arteriallarazon

Antibióticos: Los efectos dependerán del que se tome, perola reacción adversa más frecuente son las diarreas. También pueden experimentarse naúseas, cansancio o infecciones por cándida. Por lo general los antibióticos no causan efectos secundarios graves, pero si el paciente presenta síntomas de alergia o hipersensibilidad a los antibióticos debe dejar de tomarlo y acudir a urgencias. Estos se suelen manifestar por urticaria, picor, angioedema (hinchazón de los párpados y labios) y erupciones parecidas a las que aparecen en el sarampión o la varicela y ampollas, que son las más graves. También pueden manifestarse anafilaxia, que se caracteriza por la sensación de ahogo, vómitos, diarrea, enrojecimiento de las conjuntivas, fiebre e incluso pérdida de conocimiento. Solo un pequeño porcentaje de la población manifiesta estas reacciones. Otra reacción adversa en personas con hipertensión arterial tratadas con medicamentos de la familia de los IECA es la tos seca.

Medicamentos para el colesterol o estatinas: Una de las quejas más comunes de las personas que toman estatinas es el dolor muscular o los calambres. Puedes sentir este dolor como inflamación, cansancio o debilidad en los músculos. Si esto sucediera es importante acudir al médico. Ocasionalmente, el uso de estatinas podría causar inflamación del hígado. Aunque es poco frecuente, es posible que aumenten el nivel de glucosa en la sangre, lo que puede llevar al desarrollo de diabetes tipo 2.

Antihistamínicos para alergias y urticarias: Lo más común es que produzcan somnolencia, así que se recomienda su uso por las noches. Otros efectos secundarios de los antihistamínicos pueden incluir cambios en la visión, como visión borrosa; disminución del apetito; mareos; sequedad en la boca o sentirse nervioso, emocionado o irritable.

Nitroglicerina: La nitroglicerina puede causar varias interacciones con otros medicamentos. Algunos efectos secundarios pueden ser graves y se debe llamar al médico inmediatamente. Incluyen visión borrosa, boca seca; sarpullido, ampollas o descamación de la piel; urticaria; picazón; dificultad para respirar o tragar; náuseas; vómitos; debilidad; sudoración y piel pálida. La sobredosis por nitroglicerina puede causar confusión, fiebre, ritmo cardiaco fuerte o lento, diarrea con sangre, desmayos, dificultad para respirar o rubor, entre otros.

Cómo hacer frente a los efectos secundarios de los medicamentos

En el caso de la aparición de cualquier efecto secundario ante la ingesta de un medicamento se debe acudir al médico cuanto antes. Hay que tener en cuenta que estos efectos indeseados varían mucho en función del paciente y del propio fármaco. En definitiva, todos los medicamentos tienen sus efectos secundarios y contraindicaciones, pero que se dan de forma muy poco frecuente. Los beneficios terminan resultando mayores que los riesgos.