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Ni tiene raíz ni agrieta el suelo: este es el mejor árbol frutal para tu jardín
Es una especie que tolera periodos de sequía, haciéndola ideal para zonas con lluvias irregulares
Para los amantes de la naturaleza, contar con un jardín lleno de color y vida es un sueño hecho realidad. Aunque las flores suelen ser la primera opción para embellecer un espacio verde, los árboles frutales también representan una alternativa atractiva y funcional. Además de aportar frescura y belleza al entorno, estos árboles permiten disfrutar de cosechas propias con frutas de gran sabor y valor nutricional.
Dentro de la amplia variedad de árboles frutales disponibles, hay una especie que destaca por sus múltiples beneficios y su adaptabilidad a diferentes entornos: el granado (Punica granatum). Este árbol además tiene la ventaja de contar con un sistema de raíces no invasivo, lo que significa que no daña el suelo ni genera grietas en el pavimento.
Ventajas del granado en el jardín
El granado es una excelente elección para quienes buscan un árbol frutal de fácil mantenimiento y con grandes beneficios. Estas son algunas de sus principales ventajas:
- Adaptabilidad climática: Puede crecer en distintos tipos de terrenos y se adapta a climas cálidos y templados.
- Bajo requerimiento hídrico: Aunque necesita riego moderado, es una especie que tolera periodos de sequía, haciéndola ideal para zonas con lluvias irregulares.
- Frutos con alto valor nutritivo: La granada es rica en antioxidantes, vitaminas y minerales, siendo una opción saludable para el consumo diario.
- Atractivo visual: Sus flores rojas brillantes y su copa compacta lo convierten en un elemento decorativo perfecto para cualquier jardín.
Cuidados esenciales
Si bien este árbol frutal es resistente y de fácil mantenimiento, es importante tener en cuenta algunos cuidados para garantizar su crecimiento óptimo:
- Ubicación y suelo: Prefiere suelos bien drenados y zonas con buena exposición al sol.
- Riego: Aunque soporta sequías, se recomienda un riego moderado, especialmente en épocas de floración y fructificación.
- Poda: Para mantener su forma y estimular la producción de frutos, se recomienda realizar podas ligeras a finales del invierno.
- Protección contra el frío: Si bien tolera distintas condiciones climáticas, no resiste temperaturas extremas por debajo de los -10°C, por lo que en invierno se debe proteger en zonas muy frías.