No tires las sartenes que se pegan: con este truco las dejarás como nuevas

Todos hemos tenido en casa una sartén en la que, por más cantidades alarmantes de aceite que usemos, no logramos cocinar sin que gran parte de nuestra comida se quede pegada. Por pura lógica, hemos considerado tirarla a la basura, ya que no cumple su propósito, tarda una eternidad en lavarse y solo es un estorbo entre tantas cosas almacenadas en la cocina. Sin embargo, ¿y si existiera un truco para devolverle la vida a esta molesta sartén?

Lo único que necesitas es sal, las propiedades abrasivas de este ingrediente que todos tenemos en la cocina eliminan restos de alimentos y grasas que se adhieren a la superficie, sin dañar el revestimiento. Además, la sal puede descomponer ciertos residuos orgánicos, facilitando su eliminación. El proceso no solo limpia la sartén, sino que también ayuda a exponer de nuevo el recubrimiento antiadherente al eliminar las capas acumuladas que pueden reducir su efectividad.

El truco para que la sartén no se pegue más

Para comenzar, calienta la sartén vacía a fuego medio-alto durante unos minutos. Luego, esparce una capa de sal gruesa sobre la superficie. La sal, al calentarse, actúa como un abrasivo suave que ayuda a eliminar restos de alimentos y grasa que pueden estar obstruyendo la capa antiadherente de la sartén. Durante este proceso, la sal también absorbe la humedad y residuos que podrían contribuir a que los alimentos se peguen en futuras cocciones.

Después de unos minutos, deja que la sartén se enfríe un poco y utiliza un paño seco o papel de cocina para retirar la sal y los residuos que haya absorbido. Finalmente, para optimizar los resultados, aplica una ligera capa de aceite vegetal o de oliva sobre toda la superficie de la sartén. Esto no solo protege la capa antiadherente, sino que también crea una barrera que la mejora durante su uso. Con este truco, podrás mantener tus sartenes en óptimas condiciones y prolongar su vida útil.

Otros métodos para cuidar la adherencia de tu sartén

Uno de los métodos más efectivos es el "curado" de la sartén. Este proceso consiste en aplicar una capa de aceite en la sartén limpia y calentarla a fuego bajo durante unos minutos, permitiendo que el aceite se impregne en los poros del material. Luego, se deja enfriar y se retira el exceso de aceite. Este procedimiento puede repetirse varias veces para mejorar la adherencia y proteger la superficie.

Otro truco útil es el uso del vinagre y bicarbonato de sodio. Si la sartén tiene acumulaciones persistentes de comida y residuos, puedes hacer una mezcla de vinagre y bicarbonato, aplicar sobre la superficie, y dejar actuar unos minutos antes de frotar suavemente con una esponja no abrasiva. Esta combinación descompone los residuos y también ayuda a limpiar y restaurar el revestimiento antiadherente. Es particularmente ideal para sartenes que han perdido su eficacia por acumulación de grasa quemada.

Finalmente, evita el uso de utensilios metálicos en sartenes antiadherentes. En su lugar, usa instrumentos de cocina de madera, silicona, o plástico para no rayar el revestimiento. Además, es importante lavar la sartén a mano con agua tibia y un detergente suave, evitando el uso de estropajos duros. Cuidar la sartén de esta manera ayudará a mantener la antiadherencia por más tiempo y garantizará que tus preparaciones no se peguen.