Entrevista
«Entré en la universidad con las expectativas de un estudiante sin discapacidad»
Clara Sánchez-Rebato Valiente se ha convertido en la primera persona con parálisis cerebral de España que logra el título académico de doctora
«La comunicación tiene la capacidad de crear comunidades y establecer conexiones entre las personas, y creo que este fenómeno es el más bonito que se puede producir». Así describe su gran pasión Clara Sánchez-Rebato Valiente, una investigadora que acaba de dejar atrás el desafiante –pero emocionante– proceso de recopilación, análisis, interpretación y revisión de datos que supone la preparación de una tesis para completar el Doctorado en Comunicación Audiovisual, Relaciones Públicas y Publicidad.
Y lo ha hecho con una calificación de sobresaliente «cum laude». Con este logro, consigue alcanzar dos hitos históricos: convertirse en la primera mujer con parálisis cerebral de la Comunidad de Madrid que logra el título de doctora y en la primera en España en lograr ese grado académico en el ámbito de la comunicación y el periodismo.
¿Por qué elegiste Comunicación Audiovisual?
Para mí comunicar es muy importante porque requiere una responsabilidad de trasladar una información a otros, de contar hechos importantes, como las noticias, pero también de compartir temas que a ti te resultan relevantes o apasionantes. Debido a esto tengo tanto interés en la comunicación como tal. Creo que es vital en nuestra sociedad –a pesar de que estamos rodeados de ella y, a veces, puede ser hasta sofocante– y que ha mostrado que los usuarios pueden crear contenido interesante y emocional y llegar a otras personas de forma muy íntima. Eso es complejo, y muy humano, y considero que habría que ponerlo en valor más a menudo.
¿Qué es lo que más te gusta de este ámbito?
Sin duda es la capacidad de crear comunidades y establecer conexiones con las personas. Es el fenómeno más bonito que puede producir, y por eso surgió mi tesis. Quería ver cómo las mujeres de diferentes países comunicaban su opinión sobre los libros que leían en sus reseñas y qué elementos entraban en juego cuando las elaboraban. Al hacer un estudio internacional que incluía a «booktubers» españolas, británicas y norteamericanas buscaba un patrón, o si culturalmente esta comunicación era diferente según qué país analizases.
¿Está elmundo académico preparado para que las personas con parálisis cerebral se desarrollen adecuadamente?
Si es común ver a personas con parálisis cerebral u otras discapacidades estudiando. Creo que es el ámbito más igualitario que existe: desde el entorno escolar hasta la universidad. En parte, porque existen centros de integración que potencian la normalización de ver a personas discapacitadas estudiando con sus compañeros. En las universidades es común que existan las oficinas que ayudan a que las personas con diversidad funcional se sientan parte de este espacio y sigan las clases igual que sus compañeros. Esto se consigue escuchando al estudiante.
¿Más que la propia sociedad?
Si, mucho más. Aún queda mucho trabajo por hacer para que la sociedad sea verdaderamente inclusiva y accesible para todos. Estipula que porque hay rampas y baños adaptados en ciertos lugares de gran afluencia durante determinadas horas ya ha cumplido, y no es así. La sociedad asume que una mujer con discapacidad está abocada a empleos muy limitados y de baja remuneración y cualificación. Es muy descorazonador que te trasladen el mensaje de que puedes estudiar y ser lo que quieras, prepararte y formarte y descubrir que el mundo no sabe qué hacer con una persona con alto grado de discapacidad que no cumple el estereotipo de persona con muy poca formación. Y, en el caso de que consigas el trabajo, las empresas no se plantean que necesitas la ayuda de un asistente para cosas tan cotidianas como ir al baño durante tu jornada laboral. La sociedad solamente será completamente inclusiva cuando una persona con parálisis cerebral u otro tipo de discapacidad pueda hacer de manera completamente normalizada todas las actividades que hacen las personas sin discapacidad en su vida diaria.
¿Qué ha supuesto para tu vida académica tener parálisis cerebral?
He tenido que adaptarme a los diferentes niveles de estudio a medida que he ido avanzando. Así, a partir del último año de escuela fue cuando empecé a utilizar el ordenador para tomar notas y hacer trabajos y exámenes porque era capaz de escribir más deprisa y atender mejor en clase. Este uso del ordenador ha continuado hasta ahora. Una vez comenzada la universidad, con la ayuda de la Oficina para la Inclusión de Personas con Diversidad, se trasladaba a los profesores las adaptaciones que necesitaba como, por ejemplo, el uso del ordenador o establecer asistencia sociosanitaria para que tuviera un asistente que me ayudase en el aseo (esta adaptación no es solo para mí sino también para otros estudiantes). Nunca he sufrido rechazo de los profesores a este respecto, aunque sí que podían poner sus propias condiciones como que el ordenador en los exámenes lo traían ellos para evitar que yo tuviera mis apuntes en el mismo equipo.
¿Crees que la comunicación puede ser utilizada como una herramienta para crear conciencia sobre las personas con discapacidad en la sociedad?
Creo que sí. De hecho, es muy necesaria. Ya se consigue concienciar a través de herramientas como las redes sociales o los podcasts. Creo que el uso de estos espacios no solo permite conocer nuestras realidades, su alta subjetividad también las convierte en herramientas perfectas para mostrar cómo es vivir con discapacidad. Sin embargo, no solo es importante crear conciencia: la sociedad debe tener un papel en esto. Porque no sirve de nada crear conciencia si no se hace nada por cambiar las cosas. Yo puedo quejarme de algo y usar todas las herramientas posibles para trasladar mi queja y generar el cambio, pero creo que todos deberíamos quejarnos si vemos aspectos de la sociedad no preparados para las personas con discapacidad
¿Qué mensajes trasladarías a personas que, como tú, buscan su sitio en el ámbito laboral?
Que no tienen que parar ni rendirse nunca. Por muchas puertas que se cierren tienen que seguir intentándolo. Tienen todo el derecho a tener un trabajo digno y que les permita tener independencia económica, y hay que luchar por ello hasta que la sociedad escuche. Conseguir una sociedad inclusiva a todos los niveles es cosa de todos. También que se apoyen en su familia y en la gente que los quiere cada vez que necesitan coger fuerzas para seguir luchando. No es fácil y no hay que dejarse la salud mental por el camino.
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