Otorrinolaringología

Vegetaciones en niños: lo que todo padre debe saber sobre su diagnóstico y cirugía

Es normal que los niños tengan infecciones frecuentes, pero cuando las adenoides crecen en exceso, pueden provocar diversos síntomas

Es importante despejar la nariz de mocos en los niños
Es importante despejar la nariz de mocos en los niñosDreamstimeDreamstime

Las adenoides, también conocidas como “vegetaciones”, son un tejido linfático situado detrás de la nariz que ayuda a proteger frente a las infecciones en la infancia. Sin embargo, cuando aumentan de tamaño —lo que se llama hipertrofia adenoidea— pueden provocar problemas como ronquidos, apnea del sueño, dificultad para respirar, otitis de repetición o alteraciones en el desarrollo facial y dental del niño.

La doctora Irene López, especialista en Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Valencia y del Centro Médico Quirónsalud Mercado Colón, explica cómo se diagnostican estos problemas y en qué consiste la cirugía de adenoides, una intervención sencilla, sin cicatrices y con una recuperación rápida.

“Las adenoides son un tejido de defensa que se encuentra en la parte posterior de la nariz y que cumple una función fundamental frente a las infecciones en la edad infantil”, subraya la doctora López.

Desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC) señalan además que constituyen “la primera línea de defensa de nuestro cuerpo en la vía respiratoria y digestiva frente a los patógenos que entran al respirar o al alimentarnos”.

Doctora Irene López, especialista en Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Valencia y del Centro Médico Quirónsalud Mercado Colón
Doctora Irene López, especialista en Otorrinolaringología del Hospital Quirónsalud Valencia y del Centro Médico Quirónsalud Mercado ColónQuirónsalud

Cuando aparecen problemas

Es habitual que los niños tengan infecciones frecuentes, pero cuando las adenoides aumentan demasiado de tamaño pueden generar distintos síntomas. Según la doctora López, los signos de alarma más comunes son:

  • Ronquidos y apnea del sueño.
  • Dificultad para respirar por la nariz.
  • Desarrollo inadecuado del macizo facial o malposición dentaria.
  • Otitis recurrentes por mala ventilación de la trompa de Eustaquio.

Otros indicios que deben ponernos en alerta son que el niño respire habitualmente por la boca, tenga moqueo constante, esté con la boca abierta o dé la impresión de que oye mal. En esos casos, lo recomendable es consultar con un especialista en Otorrinolaringología.

Cuándo se indica la cirugía

Cuando se confirma una hipertrofia adenoidea, el tratamiento más habitual es la cirugía. “Se trata de una intervención sencilla, que no requiere una preparación especial y que generalmente es bien tolerada por los niños”, explica la doctora López.

La operación se realiza bajo anestesia general. Primero se induce al menor con gases para que la experiencia sea más cómoda, y después se intuba y se canaliza la vía. Todo el procedimiento se lleva a cabo a través de la boca, por lo que no deja cicatrices externas.

“El gesto quirúrgico consiste en un legrado adenoideo, es decir, un raspado suave del tejido para reducir el volumen que genera los síntomas. La recuperación suele ser rápida: en tres o cuatro días el niño ya está completamente incorporado a su vida normal”, señala la especialista.

En algunos casos, puede emplearse también la técnica de ablación por coblación, que permite una reducción más precisa y menos agresiva del tejido. Esta metodología se utiliza sobre todo en pacientes con apnea infantil y roncopatía obstructiva, ya que permite reducir el tamaño de las amígdalas sin necesidad de extirparlas, y a menudo se combina con la cirugía de adenoides.