La violación grupal a dos niñas de 13 años sacude Italia

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, viaja este jueves a la localidad de Caivano, en la provincia de Nápoles (sur de Italia), una localidad con graves problemas de criminalidad y abandono, después de que dos primas de 13 años fueran violadas por un grupo de seis adolescentes, en un caso que ha conmocionado al país.

La primera ministra visitará el Parco Verde de Caivano, cerca de Nápoles, un complejo de viviendas sociales conocido por ser un foco de tráfico de drogas controlado por la Camorra, según anunció el párroco de la localidad Maurizio Patriciello, conocido por su compromiso contra la mafia en la zona.

"A Meloni tenemos el deber de agradecer que haya aceptado mi invitación a venir aquí, le pido que devuelva este espacio a los niños y ponga a las familias en condiciones de seguir adelante'", dijo anoche don Patriciello durante una manifestación en Caivano para protestar por las condiciones de la zona y a la que asistieron muy pocas personas.

El párroco explicó que pedirá a Meloni "un ejército de profesores de primaria", y que "el número de trabajadores sociales debe ser el que está escrito, los servicios sociales deben ser amigos, deben ser un apoyo para las familias".

Este lunes, tras el consejo de ministos, Meloni expresó su profunda preocupación después de los graves episodios recientes, en referencia también a la a la violación de una chica en Palermo por parte de siete jóvenes, y aceptó la invitación del párroco.

¿El objetivo del Gobierno es recuperar la zona. La mía no será una simple visita, ofreceremos seguridad a la población", indicó Meloni.

Mientras que la prensa ha explicado que la madre de una de las niñas escribió a la primera ministra a través de su abogado para pedirla "poder escapar de este lugar" y relatar que su hija va a necesitar "rehabilitación psicológica después de lo sucedido" y no puede continuar a vivir "entre quienes la violaron¿.

La violación de las dos niñas ha vuelto a recordar la situación de degradación de la localidad, donde se denuncia que hay sólo 7 trabajadores sociales para 36.000 habitantes, así como la falta de servicios, informa Efe.