
25-N
La violencia machista dificulta la memoria verbal de las supervivientes, según un estudio
La gravedad influye: a mayor violencia física, peor es el reconocimiento en esas fases tempranas del aprendizaje

La violencia machista dificulta la memoria verbal de las supervivientes, que deben hacer un esfuerzo cerebral mayor para reconocer palabras o ejercitar la comprensión lectora, según un estudio del equipo científico del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento de la Universidad de Granada.
La memoria verbal es la capacidad cognitiva para recordar y procesar información que se presenta en forma de lenguaje hablado o escrito, como palabras, frases e instrucciones, una habilidad fundamental para la comprensión lectora, la comunicación, el aprendizaje y la realización de tareas académicas.
La investigación, dada a conocer este lunes en rueda de prensa, ha sido realizada con resonancia magnética funcional, que es una técnica de imagen que mide la actividad cerebral detectando cambios en el flujo sanguíneo.
A diferencia de una resonancia magnética tradicional, que solo muestra la estructura del cerebro, la funcional crea imágenes de la actividad en tiempo real, lo que permite identificar qué áreas del cerebro se activan durante la realización de tareas específicas.
En el estudio han participado 80 mujeres, de las que 40 eran supervivientes de violencia machista y las otras 40 no tenían historial de violencia, han explicado sus autores, los profesores del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento Miguel Pérez García y Juan Verdejo Román, cuya investigación emana de la tesis de la estudiante de doctorado María Pérez González.
Durante una tarea de reconocimiento de palabras, las mujeres que habían sufrido violencia de género mostraron dificultades en las fases iniciales de aprendizaje, además de diferencias en su patrón cerebral.
En concreto, la investigación ha detectado en ellas un peor aprendizaje inicial: reconocen menos palabras en los dos primeros ensayos y rinden peor en recuerdo libre. Además, la gravedad influye: a mayor violencia física, peor es el reconocimiento en esas fases tempranas del aprendizaje.
El patrón cerebral también se ve afectado por la violencia, de modo que durante el reconocimiento, el grupo de supervivientes mostró una mayor desactivación cerebral compatible con un mayor esfuerzo para alcanzar un mismo desempeño que las integrantes del grupo de control.
Según los investigadores, ya había evidencias previas que apuntaban a dificultades en la atención y la memoria tras la violencia, pero faltaban trabajos que mostrasen mecanismos cerebrales en tiempo real como, por ejemplo, durante una tarea de memoria.
Este estudio, apuntan sus autores, llena ese vacío y da una explicación neurobiológica a dificultades cotidianas que presentan las mujeres que han sufrido violencia machista y han sobrevivido a ella.
Los resultados ayudan a comprender por qué tareas cotidianas que dependen de la memoria verbal, como aprender información nueva y recordar listados, pueden resultar más fatigosas para las víctimas.
Los investigadores se centran ahora en estas secuelas neuropsicológicas para llevar a cabo su evaluación y los posibles tratamientos de rehabilitación.
Para poder visibilizar y rehabilitar las secuelas, los científicos considera imprescindible realizar evaluaciones neuropsicológicas de las supervivientes de violencia machista.
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