
Ciencia
Así es la aplicación creada por jóvenes mormones que quiere frenar la adicción a la pornografía
Dos jóvenes mormones han creado Relay, una app que busca ayudar a los usuarios a dejar la pornografía con apoyo psicológico

En un momento en que la tecnología influye cada vez más en la forma en que nos relacionamos y entendemos la intimidad, un grupo de jóvenes mormones ha lanzado una propuesta poco común: una aplicación que ayuda a reducir el consumo de pornografía. Su proyecto, Relay, ya supera las 110.000 descargas y ha despertado el interés de psicólogos, usuarios y especialistas en bienestar digital.
Creada en 2021 por Chandler Rogers y Nels Schulzke, exalumnos de la Universidad Brigham Young (Utah), la app ofrece un plan integral para “recuperar el control” sobre los hábitos sexuales y emocionales. Incluye vídeos de terapeutas, sesiones grupales, diarios personales y un contador de “racha sin consumo”. Su precio anual ronda los 149 dólares e incorpora asesoramiento psicológico y acompañamiento individualizado.
Rogers, hoy de 27 años, asegura que la idea surgió tras su propia experiencia con lo que él llama una “adicción digital al porno”. “Intenté dejarlo más de cien veces”, confesó. “Sentía que el placer instantáneo me estaba robando la confianza y la capacidad de conectar con otros”.
Un movimiento tecnológico con raíces religiosas
“Una generación entera de hombres está creciendo con su confianza erosionada y con una idea distorsionada de la intimidad”, afirma Rogers. Miembro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, reconoce que su fe influyó en la creación del proyecto, aunque insiste en que la app puede usarse sin componente religioso. En su página web se habla de “pureza sexual” y “vitalidad espiritual”, aunque la aplicación evita imponer creencias.
Rogers desarrolló la app junto a Nels Schulzke, también exalumno de Brigham Young. Querían crear una alternativa moderna a los grupos de apoyo tradicionales. Relay incluye vídeos, ejercicios diarios y chats en directo para compartir avances. “No se trata solo de dejar el porno, sino de entender por qué lo necesitas”, explica Schulzke. “Detrás suele haber soledad, ansiedad o traumas sin resolver”. La herramienta también dispone del modo Urge Mode, pensado para momentos de fuerte impulso, que ofrece consejos rápidos, actividades breves de distracción y mensajes de apoyo de la comunidad.
Relay colabora con la organización Fight the New Drug, promotora de campañas de sensibilización como The November Project, en la que más de 28.000 personas se comprometen a pasar un mes sin consumir pornografía
El fenómeno coincide con el auge de la inteligencia artificial aplicada al entretenimiento erótico. Chatbots capaces de mantener conversaciones íntimas o crear imágenes personalizadas están transformando la relación entre tecnología y deseo. “La IA está programando a la gente para creer que puede reemplazar la conexión humana con una máquina”, advierte Rogers.
No todos comparten esa preocupación: el psiquiatra Marc Potenza, de la Universidad de Yale, recuerda que “no todos los consumidores de pornografía presentan una adicción clínica” y advierte contra la tendencia a “patologizar en exceso el comportamiento sexual”.
Aun así, la historia de Jamie, un ingeniero de Michigan que asegura llevar 240 días sin consumir pornografía gracias a Relay, refleja el espíritu del proyecto: “No ha sido fácil, pero me ha cambiado la vida. Por primera vez he sentido que no estoy solo”.
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