Evolución IA
Estados Unidos no quiere perder la carrera del liderazgo mundial y se lanza a por todas con la Misión Génesis con la IA como bandera: ciencia, biotecnología, energía y defensa nacional serán las prioridades
El presidente Donald Trump firmó la orden federal que da luz verde a una iniciativa estratégica clave para que Estados Unidos recupere el liderazgo tecnológico global que China amenaza con arrebatarle
Nos encontramos en un momento histórico en la que todo se puede simplificar a una batalla de bloques. Ya sea en el ámbito político, en el deportivo y también, por supuesto, en el tecnológico. En él, la competencia entre empresas siempre ha existido, si bien ahora los liderazgos han escalado y los propios países se erigen como capitanes de cada campo en el que se pueda dominar.
En los últimos tiempos esa área en la que todos aspiran a llegar más lejos que los demás es la inteligencia artificial. Una disciplina para la que cada recurso cuenta y en la que China, a tenor de lo apuntado por expertos y analistas, parecía tener cierta ventaja con respecto al bloque occidental, en el que Estados Unidos quiere llevar la voz cantante.
Hasta figuras tan destacadas como Jensen Huang, CEO de NVIDIA, han apuntado que China está un paso por delante de los demás. Algo que quiere corregir Donald Trump, presidente de Estados Unidos. Para ello, acaba de firmar la orden ejecutiva que da luz verde a la que se conoce como “Misión Génesis”, una iniciativa estratégica en la que, con la inteligencia artificial como motor, quiere que Estados Unidos impulse una nueva era de innovación y descubrimientos en campos fundamentales para la evolución como la ciencia, la energía y la investigación.
Iniciativa con protagonismo central para la inteligencia artificial
En la propia orden ejecutiva emitida y firmada por Donald Trump se equipara la “Misión Génesis” con lo que en su momento supuso el “Proyecto Manhattan”, que durante la Segunda Guerra Mundial llevó a Estados Unidos a producir las primeras armas nucleares de la mano del físico nuclear Robert Oppenheimer bajo la dirección del mayor general Leslie Groves.
La Misión Génesis tiene como horizonte potenciar el ritmo de descubrimientos científicos en Estados Unidos valiéndose de la integración de inteligencia artificial avanzada y del estudio de los conjuntos de datos científicos federales para “entrenar modelos científicos fundamentales y crear agentes de IA para probar nuevas hipótesis, automatizar los flujos de trabajo de investigación y acelerar los avances científicos”, según reza la orden firmada por Trump.
Con ello, Estados Unidos aspira a reducir los tiempos de las investigaciones y su aplicación práctica “para lograr una aceleración drástica en el desarrollo y la utilización de la IA”. A través de dicho impulso el horizonte no es otro que llegar a descubrimientos que refuercen la seguridad nacional, fortalezcan la capacidad energética del país y que de la mano de todo ello llegue una mejora de la productividad y se multiplique el retorno de la inversión “impulsando así el dominio tecnológico de Estados Unidos y su liderazgo estratégico global”, tal como indica el texto de la iniciativa.
La Misión Génesis se integrará dentro del Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE) liderado por Chris Wright, quien contará con la coordinación del Asistente del Presidente para Ciencia y Tecnología, Michael Kratsios, a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (NSTC).
Las áreas de trabajo fundamentales que se fijan dentro de la Misión Génesis son la energía y su producción, con una atención especial en obtener avances en energías limpias y en fusión nuclear, la biotecnología, la salud y la Defensa y Seguridad Nacional. Estados Unidos no quiere perder paso en la carrera por el dominio tecnológico global y para ello ha dado luz verde a una iniciativa que recalca el dominio, la importancia y la dependencia que la inteligencia artificial va a tener y a generar en el panorama tecnológico del futuro.