En el año 2006, una joven Anne Hathaway y Meril Streep sorprendieron al mundo con la película El diablo viste de Prada, una comedia que también contó con la participación de Emily Blunt (El especialista) como Emily Charlton, la primera asistente de Miranda, y Stanley Tucci como Nigel, el director artístico de la célebre revista de moda Runway.

Un éxito que, como muchos otros de hace décadas, teníamos como único y especial, sin embargo ya en julio del pasado año supimos que no, que Hollywood, en su cruzada incansable por desenterrar, vapulear y mancillar joyas del pasado iba a darle una continuación.

Todo un año hasta la nueva edición

Desde entonces, los detalles sobre esta inesperada secuela han llegado con cuentagotas más allá de que Disney la estaría desarrollando con la intención de contar de nuevo con la guionista original, Aline Brosh McKenna. Aunque todavía no hay confirmaciones oficiales sobre el reparto, las primeras informaciones señalan que tanto Meryl Streep como Emily Blunt volverían a sus icónicos papeles.

Ahora además Disney ha fijado oficialmente su estreno para el 1 de mayo de 2026, ocupando el hueco que ha dejado libre _Vengadores: Doomsday_, cuya [fecha se ha pospuesto hasta diciembre](https://andro4all.com/series/vengadores-doomsday-y-secret-wars-retrasan-su-estreno-mas-de-medio-ano-nos-iremos-casi-a-2028). El movimiento forma parte de una **reestructuración más amplia** del calendario cinematográfico del estudio, que también ha afectado a otros proyectos de Marvel.

¿Renovarse o morir?

La sinopsis provisional apunta a que El diablo viste de Prada 2 mostrará a Miranda Priestly enfrentándose a un escenario completamente nuevo: el declive de las revistas impresas y los drásticos cambios en el mundo de la moda y la publicidad la obligan a reinventarse para seguir siendo relevante.

A ello se suma un nuevo conflicto personal y profesional: Emily Charlton, su antigua asistente, se ha convertido en una influyente ejecutiva de un conglomerado de lujo cuyos ingresos publicitarios Miranda necesita para salvar Runway. Viejas cuentas pendientes, rencores ocultos y una guerra de poder entre dos mujeres que ya no son las mismas, pero que no han olvidado lo que fueron.