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Inteligencia artificial

Mark Chen, CRO de OpenAI, desvela que tuvieron serias dudas de lanzar ChatGPT: "¿Cómo va a reaccionar el mundo ante esto?"

El equipo de trabajo tras el popular chatbot lo sometió a una prueba crucial antes del lanzamiento cuyo resultado generó dudas sobre la respuesta posterior de los usuarios

Los nervios antes del lanzamiento de ChatGPT aparecieron en el equipo de Chen Singapore EDB

Cuando un proyecto se encuentra en un momento de expansión y consolidación, echar la vista atrás para recordar los comienzos puede ofrecer situaciones que ninguno de sus usuarios ni del público en general se podría esperar. Los responsables de las compañías tienen que tomar decisiones de gran riesgo y a veces la elección puede marcar el futuro.

Un ejemplo está en el éxito de OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT. En su momento se planteó un acuerdo de colaboración con Microsoft al que Bill Gates estuvo a punto de oponerse. Pero es que todavía más atrás en el tiempo la propia OpenAI se planteó si debía lanzar su modelo de lenguaje tras unas últimas pruebas privadas que arrojaron resultados nada esclarecedores.

Así lo ha reconocido Mark Chen durante el segundo episodio del podcast que la empresa estadounidense de investigación y despliegue de inteligencia artificial ha comenzado de manera reciente y que en su segunda entrega se basó en el tema “Dentro de ChatGPT, asistentes de IA y desarrollo en OpenAI”. El director de investigación de OpenAI quiso recordar a la audiencia lo cerca que estuvo ChatGPT de permanecer un tiempo más en desarrollo tras las últimas pruebas de la compañía antes de su lanzamiento en junio de 2018.

Luces y sombras en el examen definitivo

Chen, que ha revelado uno de sus trucos para sacar mayor partido al popular chatbot, echó la vista atrás durante su intervención para detallar cómo las últimas pruebas a las que sometieron a ChatGPT les planteaban incertidumbre hacia la respuesta que los usuarios pudieran tener: “La noche anterior al lanzamiento, Ilya Sutskever (cofundador de OpenAI) intentó probar el modelo diez veces. Diez preguntas complejas y recuerdo que solo en cinco de ellas obtuvo respuestas aceptables”, reconoció Chen.

Mucho trabajo detrás, todo un equipo de investigación y desarrollo, expectativas… y el examen más exigente a ChatGPT arrojaba como nota un aprobado raspado. No saber cuál iba a ser la respuesta de la gente era lógico para Mark Chen:

“La noche anterior se tomó una decisión importante: ¿Lanzamos esto? ¿Responderá el mundo? Esto demuestra que, al desarrollar estos modelos internamente, uno se adapta rápidamente a sus capacidades y es difícil ponerse en el lugar de alguien que no ha estado en este ciclo de entrenamiento y ver que hay magia real en ello”

Mark Chen, director de investigación de OpenAI

La controversia interna sobre si ChatGPT cubría plenamente las expectativas estaba presente incluso en el equipo que lo hizo crecer. Finalmente, y como se ha visto, la opción elegida fue hacerlo público y con ello comenzar a ver su recorrido real.

Y en ese camino, el equipo de OpenAI ha ido viendo que la exigencia propia estaba por encima de lo que los usuarios iban a demandar del modelo de lenguaje y que necesitaban, tal como reconoció Nick Turley, director de producto de ChatGPT, “el contacto frecuente con la realidad”.

La exigencia en el sector tecnológico es muy necesaria por la propia competencia, pero en ocasiones, hace dudar incluso a aquellos que tienen ante sí un proyecto que llegó para revolucionar el mundo.