Inteligencia Artificial
Sam Altman, CEO de OpenAI, avisa de quiénes son las verdaderas víctimas de la IA (y no son los jóvenes): "Me preocupa más la gente de 62 años'
El debate sobre el impacto de la inteligencia artificial en el empleo suele centrarse en el miedo de los más jóvenes. Sin embargo, el CEO de OpenAI, Sam Altman, acaba de darle la vuelta por completo a esta narrativa
En un mundo donde la Generación Z se enfrenta a una creciente ansiedad por el futuro de sus empleos, Sam Altman, el hombre al frente de la compañía que está liderando la revolución de la IA, ha lanzado una visión sorprendentemente optimista para los más jóvenes, a la vez que ha señalado a los que, en su opinión, son los verdaderos damnificados de esta transformación.
Lejos de compartir el pesimismo general, Altman afirmó en una reciente aparición en el podcast "Huge If True" que si se graduara de la universidad en este preciso momento, se sentiría "el chico con más suerte de toda la historia". A pesar de reconocer que "algunos tipos de trabajo desaparecerán por completo", su visión para los jóvenes es de una oportunidad sin precedentes.
El problema no son los jóvenes, son sus padres
La gran preocupación de Altman no está en los recién graduados, sino en las generaciones mayores. "Esto siempre pasa, y los jóvenes son los mejores a la hora de adaptarse", explicó. Su advertencia, contundente y directa, apunta en otra dirección: "Me preocupa más lo que esto significa, no para el que tiene 22 años, sino para el que tiene 62 y no quiere volver a formarse o reciclarse, o como sea que lo llamen los políticos".
Para el CEO de OpenAI, el verdadero drama de la revolución de la IA lo vivirán aquellos trabajadores con décadas de experiencia en un campo concreto, cuyas habilidades se vean devaluadas y que no tengan la flexibilidad o el deseo de adaptarse a un paradigma laboral completamente nuevo.
Una "oportunidad sin precedentes" para la Generación Z
El optimismo de Altman hacia los jóvenes se basa en el acceso a herramientas que ninguna generación anterior tuvo jamás. En su visión, la IA no es una amenaza, sino un "lienzo para la creación y el emprendimiento".
"Una sola persona podrá fundar una empresa que alcance valoraciones de mil millones de dólares y que ofrezca productos increíbles, una hazaña que antes requería equipos de cientos de personas", vaticinó en una visión que se asemeja a la de otro milmillonario de la industria tecnológica, Mark Cuban. Para él, la capacidad de la IA para eliminar barreras técnicas complejas permitirá a los jóvenes creadores dar vida a sus ideas con una velocidad y una escala nunca vistas.
Aunque reconoce las predicciones que apuntan a que "la mitad de los puestos de trabajo de oficina de nivel inicial serán reemplazados por la IA" en apenas cinco años, Altman cree firmemente que surgirán "trabajos completamente nuevos, emocionantes, súper bien pagados y súper interesantes" que ni siquiera podemos imaginar hoy en día.
En un momento en que los datos económicos, como los de Goldman Sachs, muestran un mercado laboral cada vez más difícil para los recién graduados, la visión de Altman ofrece un contrapunto radical. Su consejo final para cualquiera que se prepare para este futuro es simple: "Simplemente, usar las herramientas ayuda mucho". Un llamado a la acción para que, en lugar de temer a la IA, aprendamos a dominarla y a convertirla en el mayor aliado de nuestra carrera profesional.