La 'Succession' española existe: tiene a Coronado y es tan adictiva como su versión americana

Pocas series españolas han dado tanto que hablar últimamente como esta, que ha conseguido colarse en los rankings de lo más visto en Netflix y en las listas de FilmAffinity. Detrás de las cámaras están Carlos Montero (Élite), Pablo Alén y Breixo Corral, sus creadores, pero lo que realmente engancha es ver a José Coronado y Belén Cuesta enfrentándose como patriarca e hija, inmersos en una guerra familiar que no da un segundo de respiro.

Hay quien dice que algunas de las discusiones más intensas surgieron de la improvisación en el rodaje, y eso se nota en pantalla: los personajes respiran verdad. No te fíes de la baja recepción que ha recibido en plataformas como FilmAffinity (5,4/10) o IMDb (5,8/10): es una de esas series que se ven en maratón y luego se recomiendan con entusiasmo, porque consigue que un drama empresarial se sienta tan cercano como cualquier sobremesa familiar. Se ha hablado mucho de su parecido con Succession, pero los creadores lo niegan con media sonrisa: "Al final, todas las familias con poder se parecen un poco cuando las cosas empiezan a torcerse".

El drama familiar más poderoso del año viene con sello español

Tras años alejado de la vida pública debido a una grave enfermedad, Federico Seligman (José Coronado), un influyente empresario del mundo de la comunicación, reaparece con la intención derecuperar el control de su imperio mediático. A su regreso, se encuentra con una familia fragmentada y un negocio que ha cambiado de rumbo bajo el liderazgo de sus hijos. Cada uno de ellos representa una visión distinta del poder, la ética y el futuro del grupo empresarial, lo que desencadena una lucha silenciosa con sus hijos (Belén Cuesta, Diego Martín, Natalia Huarte y María Morera), donde la lealtad se convierte en una moneda de cambio.

A través de reuniones tensas, decisiones estratégicas y alianzas que se transforman en traiciones, la serie va desvelando las complejidades de una familia marcada por el privilegio, el resentimiento y la ambición. En este retrato de un clan poderoso, el drama se entrelaza con cuestiones contemporáneas como la manipulación mediática, la influencia política o el precio de la verdad en un mundo dominado por la imagen. Con un enfoque emocionalmente contenido y una atmósfera tensa, ofrece un relato envolvente sobre el peso de los apellidos, el legado familiar y las grietas invisibles del poder.

¿Todavía no has visto 'Legado'? Bueno, te lo perdonamos porque prácticamente acaba de aterrizar en Netflix, pero deberías incluirla en tu lista a la orden de ya. Además, solo tiene 8 capítulos de unos 50 minutos de duración, siendo una firme candidata a devorarla en uno de tus típicos maratones de un día.