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Wall Street advierte: la ambiciosa apuesta de Oracle por la IA le está pasando factura, y NVIDIA es la siguiente
El mercado castiga la estrategia de deuda de Oracle para liderar la IA, y los analistas ya señalan a NVIDIA como la próxima en la lista

Oracle es otra de las grandes empresas estadounidenses queha apostado fuerte por la inteligencia artificial.
Y aunque puede decirse que llegó tarde al mercado, en los últimos meses la compañía fundada por Larry Ellison ha invertido decenas de miles de millones de dólares en acuerdos con OpenAI, centros de datos y chips de alto rendimiento.
Todo con un objetivo claro: convertirse, pese a su entrada tardía en el mercado, en uno de los grandes proveedores de infraestructura para la nueva era de la IA generativa.
Pero como todo en la vida, la ambición tiene un precio. Y Wall Street empieza a hacérselo saber.
El precio de llegar tarde
En el último mes, las acciones de Oracle han caído un 25 %, el doble que las de Meta, el siguiente hiperescalador con peor desempeño. Su valor bursátil ha perdido más de 250.000 millones de dólares desde que anunció su alianza con OpenAI en septiembre.
Además, su deuda a largo plazo ya supera los 96.000 millones, con previsiones de alcanzar los 290.000 millones en 2028, según Morgan Stanley.
Este modelo de negocio está recibiendo una tormenta de críticas por parte de los analistas.
Y es que Oracle ha demostrado una forma propia de operar desde el principio: llegó tarde al mercado, y cuando uno llega tarde, ¿qué puede hacer para no quedarse atrás? Entrar con fuerza. Y eso es lo que ha hecho: ha vendido bonos por 18.000 millones y está negociando otros 38.000 millones más.
También ha firmado contratos de arrendamiento a largo plazo para centros de datos que aún no están construidos, mientras que los acuerdos con OpenAI, su principal cliente, son más cortos y con menos garantías.
“Este modelo de negocio es completamente distinto al que buscan los inversores en los servicios en la nube”, advirtió Alex Haissl, de Rothschild & Co Redburn. “Requiere una inversión de capital enorme y genera poco valor a corto plazo”.
Demasiado riesgo para tan poca certeza
El caso de Oracle ha puesto en el punto de mira a otras compañías que han apostado por la IA con el mismo entusiasmo y confianza.
Entre ellas, una muy reconocida: NVIDIA, que ha vendido buena parte de sus chips a los mismos inversores. Y es que si el mercado empieza a desconfiar del retorno real de estas inversiones, la siguiente perdida económica podría no tardar en llegar.
Oracle sigue defendiendo su estrategia hasta el final y asegura que la demanda de IA supera con creces la capacidad de producción actual.
Pero en la carrera por la inteligencia artificial, no gana quien promete más, sino quien sabe sostener el futuro sin perder el equilibrio.
Y en tiempos donde la tecnología esta en lo más alto, incluso los gigantes como Oracle tienen que aprender a pisar firme para no caerse.
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