Guerra Nuclear

¿Cómo quedaría el planeta si se desatara una guerra nuclear?

Un nuevo estudio científico analiza las consecuencias y a las muertes inmediatas se les suma otra catástrofe: la Era Nuclear de Hielo

En el caso de una guerra nuclear, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU aseguran que “tendría resultados devastadores"
En el caso de una guerra nuclear, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU aseguran que “tendría resultados devastadores"larazon

La invasión rusa de Ucrania ha puesto en primer plano la amenaza de una guerra nuclear. Pero, ¿cómo afectaría este tipo de guerra al mundo actual? Un nuevo estudio publicado en AGU Advances proporciona información cruda sobre el impacto global de la guerra nuclear.

Los autores, liderados por Cheryl Harrison, realizaron múltiples simulaciones por ordenador para estudiar los diversos impactos de la guerra nuclear en los sistemas de la Tierra dadas las capacidades actuales de los diferentes ejércitos. Hasta la fecha, nueve países controlan más de 13.000 armas nucleares en el mundo, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo. Estos son Rusia y Estados Unidos (que suman más de 11.000 entre ambos) y luego China (350), Francia (290) , Reino Unido (225), Pakistán (165), India (160), Israel (90) y Corea del Norte (20).

Los investigadores simularon lo que le sucedería a los sistemas de la Tierra si EE. UU. y Rusia usaran 4400 armas nucleares de 100 kilotones (un misil puede llevar una docena de estas cabezas nucleares) para bombardear ciudades y áreas industriales. También simularon ataques nucleares entre India y Pakistán. La primera consecuencia es que el número de muertes equivaldría a multiplicar por 50 las muertes globales anualmente. Solo que en una semana.

Eso sería el resultado inmediato. En todos los escenarios simulados de los investigadores, las tormentas de fuego nucleares liberarían hollín y humo en la atmósfera que bloquearía el Sol y provocarían la pérdida de cosechas en todo el mundo. En el primer mes después de la detonación nuclear, las temperaturas globales promedio caerían unos 10 grados, un cambio de temperatura mayor que en la última Edad de Hielo, según los autores.

Las temperaturas del océano descenderían rápidamente y no volverían a su estado anterior a la guerra incluso después de que el humo se disipara. A medida que el planeta se enfría, el hielo marino aumentaría en más de 15 millones de kilómetros cuadrados (30 veces el tamaño de España) y en algunas zonas tendría dos metros de profundidad, bloqueando la mayoría de los puertos importantes. Incluso en el norte de España. El hielo marino bloquearía el transporte marítimo en el hemisferio norte, lo que dificultaría el envío de alimentos y suministros a algunas ciudades. La caída repentina de la luz y las temperaturas del océano, especialmente desde el Ártico hasta los océanos Atlántico Norte y Pacífico Norte, mataría las algas marinas, que son la base de la red alimentaria marina, creando esencialmente una hambruna en el océano. Esto detendría la mayor parte de la pesca y la acuicultura.

Los incendios arrojarían a la atmósfera unas 150 millones de toneladas de humo que absorbería la luz solar. Los océanos tardarán más en recuperarse que la zonas de tierra firme. En el escenario más grande, entre EE. UU. y Rusia, es probable que la recuperación de los océanos lleve décadas en la superficie y cientos de años en las profundidades, mientras que los cambios en el hielo marino del Ártico probablemente durarán miles de años y llegará una “Pequeña Edad de Hielo Nuclear”. Los ecosistemas marinos se verían muy afectados tanto por la perturbación inicial como por el nuevo estado del océano, lo que daría lugar a impactos globales a largo plazo, escriben los autores.

“No importa quién bombardea a quién. Puede ser India y Pakistán o la OTAN y Rusia. Una vez que el humo se libera a la atmósfera superior, se propaga globalmente y nos afecta a todos”, concluye Harrison.