Exploración espacial

Acaba de aterrizar en la Luna la primera sonda privada de la historia

A bordo lleva un total de 10 instrumentos científicos que trabajarán sin pausa durante todo un día lunar: dos semanas terrestres.

Misión Blue Ghost
Segundos antes que Blue Ghost tocara LunaFirefly AeroSpaceFirefly AeroSpace

Sin duda se trata de un hito que abre la puerta a la exploración espacial privada. Si bien el lanzamiento de satélites y sondas que exploraron la Luna y el espacio ya se había producido, pisar nuestro satélite natural es una misión completamente diferente debido a las dificultades que conlleva.

Alunizar requiere controlar la gravedad, la velocidad, el impulso preciso que darle a los motores para salir de una órbita y no caer en picada. Se trata de conseguir un control milimétrico de decenas de variables. Y eso es lo que ha conseguido la compañía Firefly Aerospace: alunizar el primer módulo de aterrizaje robótico Blue Ghost en el Mare Crisium.

El Blue Ghost, cuyo precio es superior a los 90 millones de euros, fue lanzado el 15 de enero a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX que transportaba 10 experimentos de la NASA como parte del programa de Servicios de Carga Lunar Comercial (CLPS) de la agencia. Si todo va bien, la sonda pasará dos semanas estudiando la superficie lunar.

El proceso de desorbitación y alunizaje duró poco más de una hora. El módulo aterrizó en una vasta cuenca de impacto en el lado visible de la Luna, el lado que mira hacia la Tierra, llamada Mare Crisium, una llanura de basalto que cubre aproximadamente 176.000 kilómetros cuadrados de la Luna, dos veces el tamaño de Andalucía.

“Es la cicatriz que quedó cuando un asteroide masivo impactó la superficie lunar hace varios miles de millones de años y el cráter se inundó con lava ígnea oscura", señala la NASA en un comunicado. Blue Ghost se ha establecido en un domo volcánico bajo llamado Mons Latreille dentro de la cuenca.

Los científicos sospechan que la región es única en comparación con los sitios de aterrizaje del Apolo visitados por los astronautas a fines de la década de 1960 y principios de la de 1970, y podría producir nuevos descubrimientos sobre la composición de la Luna.

Hay 10 cargas útiles de la NASA a bordo de Blue Ghost, todas ellas fijadas a la nave espacial, que mide 2 metros de alto y 3,5 metros de ancho. Las cargas útiles pesan alrededor de 150 kilogramos en total.

Estas incluyen un retrorreflector lunar de próxima generación, un dispositivo que servirá como objetivo reflectante para los pulsos disparados desde los observatorios de medición de distancia láser lunar con base en la Tierra para medir la distancia entre la Tierra y la Luna en un rango submilimétrico.

Caracterización de la adherencia del regolito: un experimento que contiene 30 tipos diferentes de superficies de materiales que se expondrán al entorno de la luna después del aterrizaje para determinar cómo se ven afectadas por el entorno lunar y el polvo.

Generador de imágenes de rayos X heliosféricos del entorno lunar: un experimento que analizará la interacción del viento solar con la magnetosfera de la Tierra y cómo la energía en ese entorno genera tormentas geomagnéticas.

Instrumentación lunar para la exploración térmica del subsuelo con rapidez: un pequeño taladro que se espera que corte hasta 3 metros por debajo de la superficie lunar para medir el flujo de calor de la luna a diferentes profundidades.

Escudo electrodinámico contra el polvo: una carga útil de demostración tecnológica para probar cómo los campos eléctricos pueden manipular el polvo lunar en la superficie de la luna.

Sistema informático tolerante a la radiación: otra demostración tecnológica para probar un método potencial para proteger los ordenadores del entorno de radiación en el espacio y en la luna.

Sonda magnetotelúrica lunar: este instrumento ayudará a los científicos a calcular la conductividad eléctrica de la Luna mediante el seguimiento de las interacciones entre el viento solar y el campo magnético de la Tierra.

Lunar PlanetVac: un dispositivo similar a una aspiradora para recoger muestras de polvo lunar con un sistema neumático alimentado por gas comprimido.

Cámaras estéreo para estudios de la superficie lunar: una cámara que grabará imágenes de la Luna durante el descenso del módulo de aterrizaje y estudiará cómo el penacho del propulsor de la sonda levanta polvo durante el aterrizaje.

Experimento del receptor GNSS lunar: un sistema de navegación que intentará utilizar el propio sistema de guía y navegación por satélite (GNSS) de la Tierra para el seguimiento de naves espaciales alrededor de la Luna.

Pese a que el viaje le tomó unos 45 días, la sonda está diseñada para durar solo un día lunar, el equivalente a unos 14 días terrestres. Luego llega la noche lunar que se extiende por otros 14 días terrestres. Eso permite que las cargas útiles de la NASA a bordo del Blue Ghost, que funciona con energía solar, realicen sus observaciones científicas durante el día lunar, antes de que la larga noche cubra la región de oscuridad y frío.

Pero serán dos semanas llenas de acontecimientos, que terminarán justo después de que un eclipse lunar total el 14 de marzo tiña la luna de rojo sangre para los observadores en la Tierra. Se verá bastante diferente a Blue Ghost.