
Bill Gates
Bill Gates: ''Dentro de diez años, la mayoría de las tareas humanas podrán ser realizadas por inteligencia artificial''
La inteligencia artificial es una poderosa promesa, pero su impacto final estará determinado por el uso que la sociedad haga de ella

Durante su reciente aparición en el programa de Jimmy Fallon y en una charla en Harvard junto al profesor Arthur Brooks, Bill Gates lanzó una declaración contundente: “Dentro de diez años, la mayoría de las tareas humanas podrán ser realizadas por inteligencia artificial”. Lejos de ser una simple provocación, sus palabras revelan una visión profunda —y en partes inquietante— de un mundo en plena transformación. Para Gates, la IA representa mucho más que un nuevo hito tecnológico; simboliza el siguiente salto evolutivo de la era digital, un proceso que él mismo ayudó a impulsar desde la década de los 80, cuando soñaba con poner un ordenador en cada hogar. Hoy, en cambio, imagina una inteligencia omnipresente, imperceptible y accesible, que se introducirá en cada aspecto de la vida cotidiana.
El concepto de inteligencia sin costo
Una de sus ideas más provocadoras es la de una “inteligencia gratuita”: un conocimiento al que cualquiera podrá acceder, sin importar su nivel de estudios o lugar de residencia. Según Gates, ya no será necesario depender de expertos excepcionales, como médicos de élite o docentes brillantes. En su lugar, sistemas de inteligencia artificial estarán disponibles para brindar diagnósticos médicos o tutorías académicas a escala masiva y sin coste.
Durante su intervención en Harvard, Gates confesó sentirse tanto fascinado como preocupado por esta evolución acelerada: “Es algo muy profundo e incluso un poco aterrador… porque está ocurriendo muy rápido, y no hay un límite superior”, señaló. Esta velocidad imparable plantea una cuestión crucial: ¿cuál será el rol del ser humano en un entorno donde las máquinas piensan por nosotros?
Educación y salud: los primeros campos en cambio
Gates visualiza un futuro próximo donde dos áreas clave —la educación y la salud— serán transformadas radicalmente por la IA. Imagina tutores virtuales capaces de adaptar la enseñanza a cada alumno, detectar debilidades específicas y fomentar el aprendizaje de forma personalizada. Ya no se tratará solo de digitalizar las aulas, sino de adoptar una enseñanza basada en algoritmos que podría alterar el papel del docente como lo conocemos.
En el ámbito sanitario, la inteligencia artificial promete aún más impacto. Según Gates, estas herramientas serán capaces de realizar diagnósticos médicos más precisos que los de muchos profesionales humanos, al combinar datos genéticos, síntomas, historiales clínicos y literatura científica en tiempo real. Lejos de eliminar al médico, la IA serviría para amplificar su capacidad de acción, llegando a comunidades aisladas, zonas con hospitales saturados y regiones donde la atención médica es escasa. “La escasez de médicos podría convertirse en un problema del pasado”, afirmó.
¿Avance esperanzador o riesgo sistémico?
Sin embargo, no todos comparten su visión esperanzadora. Mustafa Suleyman, CEO de IA en Microsoft y autor de The Coming Wave, considera que esta transformación no se limitará a mejorar el trabajo humano, sino que sustituirá directamente a muchos trabajadores. A su juicio, estamos ante una ola tecnológica que alterará de forma profunda el panorama laboral, rediseñando profesiones y provocando una disrupción sin precedentes en múltiples sectores.
Suleyman reconoce que la IA generará riqueza y dinamismo económico, pero también advierte que su efecto será eminentemente “sustitutivo del trabajo”. Es decir, la evolución no implicará necesariamente una mejora en las tareas humanas, sino el paso a un sistema productivo donde muchas funciones ya no requerirán intervención humana.
Esta ambivalencia entre avance y amenaza no es nueva. Gates, que durante décadas trabajó para reducir la brecha digital, hoy reconoce que el problema no es simplemente tener acceso a la tecnología, sino saber cómo utilizarla de forma responsable. Recordó cómo plataformas como las redes sociales han sido utilizadas para difundir desinformación y profundizar divisiones sociales: “A veces, cuando empoderas a los humanos, no siempre se dirige en la dirección correcta”, advirtió.
El futuro aún está en disputa
Aunque su visión no cae en el pesimismo, Gates sí transmite una advertencia clara. En el mejor de los casos, la IA podría servir como herramienta para democratizar el conocimiento y la atención médica, cerrando brechas históricas. Pero también podría usarse de forma inadecuada, amplificando desigualdades existentes, desplazando a millones de trabajadores y generando más confusión que claridad.
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