Gadgets
El gadget del sábado: Amazfit T-Rex 3 Pro, para tirar flores
Tiene las tres Ds que buscamos en un reloj de este tipo: Durabilidad, diversidad y duración… de batería.
En un mercado donde Garmin, Coros y Suunto se disputan la supremacía, Amazfit, a la chita y callando, está arrastrando con una parte del público importante gracias a la siempre buscada combinación de precio y prestaciones.
Si estás buscando un reloj con carácter, que no solo te siga en tus entrenamientos, sino que te aguante bajo lluvia, sol, barro y caminatas interminables, el Amazfit T-Rex 3 Pro merece un buen vistazo. No es un simple “gadget pulsera”: es un reloj pensado para la aventura, el deporte exigente y la exploración.
El T-Rex 3 Pro tiene un enfoque militar: carcasa reforzada, materiales duraderos y una construcción pensada para resistir. Cuenta con certificaciones de resistencia para golpes, polvo y condiciones extremas de temperatura (40 grados bajo cero) y humedad (sumergible hasta 45 metros). De hecho, su aspecto es contundente, no es un reloj discreto: tiene presencia, con botones bien grandes y una estructura que transmite “resistencia”.
Y en este apartado, el de la discreción, hay dos tamaños para elegir: 48 mm vs 44 mm. El primero tiene una pantalla más amplia, lo cual mejora la visibilidad de datos como mapas, rutas o métricas en entrenamientos. Es ideal para quienes tienen muñecas grandes, o simplemente prefieren que la información sea más legible sin apretar botones.
El T-Rex 3 Pro de 44 mm, por su parte, es más compacto, ligero y cómodo para entrenamientos más ágiles o para personas con muñecas más pequeñas. Si no vas a depender del reloj para mapas muy extensos o necesitas una lectura más grande, esta variante conserva casi todas las funciones importantes en un formato más manejable.
Ambas versiones mantienen el espíritu aventurero del T-Rex: materiales duros, buen agarre y botones físicos para manejar incluso con manos sudorosas o guantes. Uno de los puntos más fuertes del T-Rex 3 Pro es, sin duda, su batería. Hasta 28 días de uso típico y 70 horas en modo GPS completo. Esto es especialmente atractivo si vas a hacer rutas largas, senderismo o ultramaratones: no tendrás que cargar el reloj cada poco tiempo. Y si hay que hacerlo, en poco más de una hora, estamos listos.
A la par de la batería, también es lógico exigirle buena navegación. Y el T-Rex 3 Pro ofrece mapas topográficos cargados, lo que te permite ver rutas, senderos o puntos de interés directamente en la pantalla. En la de 48 mm, estas rutas lucen más, para qué engañarnos. Además, con los botones físicos podemos navegar por el mapa sin depender exclusivamente de la pantalla táctil, lo que es ideal si estás sudando o llevas guantes.
La posibilidad de trazar rutas, regresar al punto de partida (“back to start”) y seguir trayectorias planificadas es una ventaja para quienes se mueven en entornos no urbanos o menos señalizados.
Pero el T-Rex 3 Pro no busca ser solo un mapa en la muñeca: también es un reloj deportivo muy completo. Tiene has 180 modos de deporte diferente (ya tener 100 me parece una exageración, personalmente pondría esto como una opción descargable y me limitaría a 30 deportes instalados por defecto). Interesante, eso sí, que incluya mapas de esquí.
También, en el apartado salud, incorpora pulsómetro, medición del oxígeno en sangre (SpO2), control del ritmo cardíaco, métricas como la carga de entrenamiento, VO2max estimado, tiempo de recuperación.
Mención aparte merecen el altavoz y el micrófono. Teniendo en cuenta que no se trata de un reloj inteligente destinado a conectarse al móvil y “acompañarnos” en el gimnasio, sino más bien tomar un rol activo en el deporte, las llamadas se escuchan y se transmiten con muy buena calidad. Y sí, ventaja reseñable: tiene espacio para almacenar música.
La interfaz de Amazfit (Zepp) es bastante completa y compatible con la mayoría de las aplicaciones de mapas, rutas, alertas y “deporte social”, como Strava. Gracias a sus botones físicos, es muy operativo, incluso con manos húmedas, guantes o en condiciones difíciles.
¿48 o 44 mm? Aquí la mayor diferencia es el tamaño. Si el uso que le daremos, para deporte, es diario y necesitamos ver con claridad los mapas porque nos movemos en entornos urbanos o vamos a tener exclusivamente como reloj de deporte, el de 48 es la mejor opción, a pesar de ser ligeramente más pesado (52 contra 46 gramos, sin correa). Para uso diario y “mixto” (deporte y vida social) el de 44 mm es más discreto, más ligero y con las mismas prestaciones. El precio es el mismo: €399.