Futuro

Los mayores desafíos de la IA en 2024, esto es lo que dicen los expertos

Se mencionan diferentes campos de interés, pero hay una cosa en común: todos coinciden que aún no hemos vista casi nada.

Representación artística de la inteligencia artificial mostrando un dedo humano tocando un dedo de robot
Lo bueno y lo humano de la IA en 2024Geralt Pixabay

No hay duda: 2023 fue el año de la inteligencia artificial. Independientemente de si la narrativa era que la IA iba a salvar el mundo o destruirlo, la realidad es que todas las semanas los titulares nos abrumaban. Y al mismo tiempo nos dejaban en ascuas sobre el futuro. Es entonces cuando comienzan las predicciones sobre los desafíos a los que nos enfrentaremos en el porvenir… aunque este sea a corto plazo, más precisamente en el 2024. Esto es lo que opinan algunos expertos al respecto.

De acuerdo con Casey Fiesler, profesora de ciencias de la información de la Universidad de Colorado Boulder, “uno de los principales debates sobre IA de 2023 giró en torno al papel de ChatGPT y chatbots similares en la educación. Los titulares se centraron en cómo los estudiantes podrían usarlo para hacer trampa y cómo los educadores luchaban para evitar que lo hicieran. Sin embargo, a medida que avanzaba el año, se reconoció que no enseñar a los estudiantes sobre la IA podría ponerlos en desventaja, y muchas escuelas revocaron sus prohibiciones. Así que mi predicción, o quizás mi esperanza, para 2024 es que habrá un gran impulso para aprender. Espero que las universidades se apresuren a contratar más expertos en IA y también en ética en IA. Y espero que las empresas de tecnología escuchen las críticas informadas al considerar qué opciones siguen dando forma al futuro”.

Otra línea de investigación que preocupa es la evolución de los chatbots. Para Kentaro Toyama, profesor de la Universidad de Michigan “es posible que pronto empecemos a oír hablar de chatbots de IA y asistentes que hablan entre sí y mantienen conversaciones enteras en nuestro nombre, pero a nuestras espaldas. Algunas cosas se volverán locas: cómicamente, trágicamente o ambas cosas. Es probable que los deepfakes, imágenes y vídeos generados por IA que son difíciles de detectar, se vuelvan más que frecuentes a pesar de la incipiente regulación, causando más daños a las personas y a las democracias en todo el mundo. Y es probable que haya nuevas clases de calamidades de la IA que no habrían sido posibles ni siquiera hace cinco años”.

Un aspecto que también tiene en alerta a los expertos es la ingente cantidad de energía que consumen las inteligencias artificiales. Una cifra que sin duda aumentará debido a que también lo hará su uso. Para Kaitlyn Albertoli, directora ejecutiva y cofundadora de Buzz Solutions, esto tendrá dos caras.

"En 2024, veremos que la IA impactará la sostenibilidad de dos maneras opuestas – explica Albertoli -. Por un lado, el enorme consumo de energía a nivel del centro de datos necesario para alimentar todas las aplicaciones emergentes de IA tendrá un efecto negativo continuo en el medio ambiente, especialmente a medida que la red eléctrica se vea aún más sobrecargada. Y, por otro lado, la IA también se utilizará cada vez más para resolver algunos de los problemas más difíciles del medio ambiente, incluidos algoritmos que pueden permitir a las organizaciones reducir su huella de carbono optimizando las operaciones".

La fuente de la que obtengan información y la capacidad de análisis de las IAs también cambiará. Anjana Susarla, profesora de sistemas de información, Universidad Estatal de Michigan, señala que si “ChatGPT hace un año tomaba indicaciones textuales como entradas y producía salidas textuales, la nueva clase de modelos generativos de IA está entrenada para ser multimodal, lo que significa que los datos utilizados para entrenarlos provienen no solo de fuentes textuales como Wikipedia y Reddit, pero también vídeos de YouTube, canciones de Spotify y otra información visual y de audio. Con la nueva generación de modelos de lenguaje grande (LLM) multimodales que impulsan estas aplicaciones, puede usar entradas de texto para generar no solo imágenes y texto, sino también audio y video”. Y eso hace que las noticias falsas se convertirán en algo mucho más frecuente y con una capacidad de impacto aún mayor.

Y este apartado, el de la credibilidad de la información con la que operan las IAs, resulta determinante. “Hasta ahora, los datos se han visto como una forma confiable e imparcial de tomar decisiones inteligentes – explica Srinivas Mukkamala, experto en IA -. A medida que abordamos el aumento de los datos generados por IA, las organizaciones necesitarán dedicar tiempo y supervisión a validar los datos o arriesgarse a obtener resultados comprometidos. Confiamos en datos correctos para votar, recibir servicios gubernamentales, iniciar sesión en nuestros dispositivos y aplicaciones de trabajo y tomar decisiones informadas basadas en datos. Si los datos de una organización o gobierno han sido modificados por ciberataques o si confiamos demasiado en los datos generados por IA sin validación, habrá consecuencias generalizadas”.

Finalmente está el tema de la seguridad que brindan los sistemas de IA. No solo respecto a la información que brindan o a los posibles ataques, sino al futuro que representan. “La IA comenzará a crear relaciones con sistemas de IA que recuerdan las interacciones y hacen un seguimiento de las conversaciones anteriores – concluye Nell Watson, especialista en ética de la IA -. Los reguladores tendrán dificultades para adaptar la legislación a estos nuevos desafíos, especialmente en el ámbito de los modelos de código abierto que son increíblemente poderosos y accesibles”. Del mismo modo que nada se olvida en internet, todo se crea con una IA y allí está el verdadero peligro.