Defensa

Objetivo, defender el LHD Juan Carlos I: la Armada instalará un sistema de defensa de punto basado en misiles

Además de en el buque insignia de la Marina española también se situaría en el resto de unidades valiosas: los buques anfibios Galicia y Castilla y los buques de aprovisionamiento Patiño y Cantabria

El Ministerio de Defensa, a través de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), tiene previsto desarrollar un sistema de defensa de punto basado en misil para las conocidas como unidades valiosas de la Armada, es decir, el LHD Juan Carlos I, los buques anfibios Galicia y Castilla, y los buques de aprovisionamiento Patiño y Cantabria.

El lanzamiento de los pliegos de prescripciones técnicas del proyecto tendrá lugar en breve, según recoge el último número de la Revista General de Marina. Este año, como publicó Infodefensa.com, el plan anual de contratación del Ministerio de Defensa ya recoge una primera parte de 12,5 millones para el desarrollo de este sistema.

Aunque todavía no se ha tomado una decisión sobre el sistema, se han descartado “interesantes alternativas” ASMD, sistemas que permiten la destrucción directa de la amenaza, debido a “los elevados costes asociados” durante los estudios técnicos de viabilidad realizados hasta la fecha, apunta un artículo en la RGM de este mes de marzo sobre defensa antimisil el capitán de fragata Juan Manuel de Santiago.

“La solución general planteada para las unidades valiosas (LHD, LPD y BAC) está basada en misiles”, confirma el oficial. En el ámbito nacional, recuerda, existe una propuesta bautizada como Saeta (Sistema de Armas Español Táctico Antiaéreo) para el desarrollo de un sistema lanzador completamente nacional, integrado en el sistema de combate y utilizando un misil de corto alcance.

Los sistemas antimisiles de defensa de punto tienen como objetivo proteger a una unidad determinada contra los misiles enemigos. Para ello utilizan sistemas ametralladores de alta cadencia de fuego y puntería automática o, como sería el caso, misiles antiaéreos ligeros de alta aceleración y precisión.

Este no es el primer intento para dotar a los buques de la Armada de un sistema de defensa basado en misil. La DGAM ya adjudicó en 2019 a la empresa MBDA España un contrato para estudiar la viabilidad de la instalación de un sistema de estas características dotado con el misil Mistral.

Fragatas F-80

Por otra parte, las fragatas F-80, al final de su vida útil, también recibirán sistema de defensa de punto. En este caso, se trata de un sistema ASMD de artillería rápida con un cañón de medio calibre (25 mm), asociado a un sistema IRST de búsqueda y seguimiento por infrarrojo de objetivos. La empresa Escribano M&E trabaja en una solución, la Sentinel 25RFG, desde mediados del año pasado y está previsto que el primer prototipo esté disponible este 2023.

Ambos programas (sistema basado en misil y sistema basado en cañón) llevan ya un tiempo sobre la mesa, si bien hasta ahora desde la Armada no habían hecho referencia expresa a los buques que recibirán estas soluciones.

Una prioridad

Actualmente, el LHD Juan Carlos I solo está defendido por cuatro ametralladora del modelo Browning M2 de 12,7 mm y otras dos del modelo MG3 de 7,62 mm fabricadas por Santa Bárbara Sistemas bajo licencia de Rheinmetall.

La defensa de punto o defensa cercana es desde hace años una de las asignaturas pendientes de la Armada. Sus buques no cuentan hoy en día con sistemas para hacer frente a la amenaza de un misil de muy baja cota una vez superadas las barreras de la defensa de largo alcance y zona.

El objetivo es dotar a los buques de la Armada con sistemas de defensa cercana para mejorar su capacidad de respuesta a amenazas aéreas tradicionales como misiles u otras más modernas como es el caso de los drones. También se persigue incrementar la capacidad de respuesta frente a ataques procedentes de pequeñas embarcaciones de superficie.

Respecto al sistema basado en artillería, el programa de I+D ya está en marcha. La DGAM firmó en julio de este año un contrato con Escribano para el desarrollo de sistema CIWS para los buques de la Armada a partir de la torre Sentinel 25 RFG de la empresa madrileña, que cuenta como arma principal con un cañón rotatorio GAL-12/U de 25 mm y cinco tubos.

El contrato, con un presupuesto de casi 250.000 euros, contempla desde el diseño hasta la integración y pruebas a bordo de un buque. El plazo de ejecución es de algo más de un año y medio, hasta octubre del próximo año. La Sentinel 25 RFG es un sistema CIWS propuesto por Escribano que cuenta como armamento principal con un cañón rotatorio GAU-12/U de 25 mm y cinco tubos, con la opción de incorporar también el GAU-22/A de 25mm y cuatro tubos, la nueva versión de este cañón fabricado por la estadounidense General Dynamics.

La solución está diseñada sobre el mismo pedestal -plataforma giro estabilizada- que tienen las torres remotas Sentinel 30, instaladas en los patrulleros de la clase Serviola de la Armada. Además, dispone en un sistema electroóptico con cámara térmica y diurna, así como telémetro láser. La Sentinel 25 RGF podría operar asimismo junto con un sistema IRST (infra-red search and track) Oteos, desarrollado también por Escribano, con una capacidad mayor de detección y seguimiento de misiles.

La DGAM ha adjudicado este expediente a Escribano por ser “la única empresa capacitada técnicamente para el desarrollo del proyecto desde el punto de vista técnico” y tras negociar “mejoras de interés para la administración”.

Calendario del programa

El contrato abarca la calificación, validación, integración, instalación y pruebas del sistema Sentinel 25 RFG. “Dicho sistema se instalará en la FFG que defina la Armada”, según las cláusulas del contrato al que ha tenido acceso Infodefensa.com. El presupuesto está repartido en dos anualidades: 100.000 euros para 2022 y 150.000 euros para 2023.

El contrato incluye varios hitos. La compañía trabajará, en primer lugar, en un estudio de viabilidad para el desarrollo de una estación de armas remota adaptada para el arma GAU-12 y elaborará después una serie de planes: pruebas ambientales, gestión de seguridad, instalación y verificación, validación y pruebas.

Después, la empresa redactará los protocolos de pruebas ambientales, pruebas en fábrica y pruebas en puerto y pruebas en mar y, según el calendario previsto, procederá a continuación a la instalación del sistema en un buque y a la evaluación del mismo, entregando a finales de 2023 los resultados de las diferentes pruebas (ambientales, fábrica, puerto, y mar), la documentación del programa y el informe de bienes inventariables.

Los buques de la Armada ya cuentan con estaciones de armas remotas navales (RWS) de Escribano. La Sentinel de 12,7 mm está en servicio en las fragatas F-80 y el LHD Juan Carlos I, entre otros, y la Sentinel de 30 mm en los patrulleros Serviola. Esta última también se instalará en las futuras fragatas F-110. La Armada apuesta por dotar a sus buques de sistemas de defensa cercana con el objetivo de mejorar su capacidad de respuesta a amenazas aéreas como misiles y también a ataques procedentes de pequeñas embarcaciones de superficie.