Los periféricos ergonómicos tienden a tener fama de feos, ostentosos o directamente innecesarios. Pero alguna vez aparece un producto que da la vuelta a ese concepto con una propuesta sobria, útil y bien construida. El Razer Pro Click V2 Vertical Edition entra de lleno en esta categoría. Fabricado en colaboración con Humanscale, este ratón inalámbrico ha sido diseñado con el confort como base. Aunque lleve la firma de Razer, aquí no hay luces RGB extravagantes y son limitadas, bordes agresivos ni un diseño pensado para jugar. Es una herramienta de trabajo para aquellos que pasan horas frente al escritorio.

Construcción orientada a la salud

La forma vertical del Pro Click V2 no responde a ningún tipo de experimento estético. Con un ángulo de 57 grados, la postura de la mano cambia por completo respecto a un ratón convencional. Se evita la rotación forzada de la muñeca y, tras unos minutos de adaptación, se percibe el alivio en articulaciones y músculos. El diseño, discreto y sin estridencias, apuesta por una carcasa gris con toques metálicos, una base sólida y un acabado rugoso que proporciona buen agarre sin resultar pegajoso.

A nivel de materiales, no hay nada que reprochar. El plástico reciclado utilizado no transmite sensación de fragilidad y el ensamblaje está por encima de lo habitual en esta gama. La rueda de desplazamiento es firme, tiene un peso razonable y funciona con precisión. Los botones principales ofrecen una respuesta clara y los laterales quedan bien ubicados para el pulgar. La estructura general favorece una postura neutra, con soporte completo del antebrazo y sin puntos de presión incómodos.

Sin complicaciones

Para no dar lugar a error, entre sus características el Pro Click V2 incluye un sensor óptico de 30.000 DPI y una tasa de sondeo de 1000 Hz. ¿Es exagerado para tareas de oficina? Seguramente, pero la política de la casa es la de incluir músculo incluso en sus productos más específicos. Lo interesante aquí es que la sensibilidad es configurable al milímetro a través del software Razer Synapse, aunque si no quieres instalar nada, también puedes ajustar la velocidad directamente desde un pulsador inferior.

En la práctica el uso del ratón es eficiente, sin aceleraciones extrañas ni latencias perceptibles. Lo hemos probado tanto en entornos gráficos como en sesiones de navegación intensiva o edición, y el comportamiento ha sido realmente convincente en cada caso. El cambio de posición de la mano requiere un breve período de adaptación, pero pasado ese punto, lo natural es olvidarse y centrarse en lo que tienes delante.

Batería para olvidarse de la batería

Otro elemento a tener en cuenta es su autonomía. Puede conectarse mediante Bluetooth o con el dongle HyperSpeed incluido, y en ambos casos la duración supera sin problemas las 200 horas de uso. En las pruebas con carga completa hemos podido trabajar durante días sin preocuparnos por nada. Además, el ratón se carga a través de USB-C y permite su uso mientras está enchufado, algo habitual, pero que evita tener que parar si se agota en mitad de una jornada. No hay base de carga incluida, pero el cable que viene en la caja es suficiente como para resolver esa parte sin complicaciones.

No es para todos (y tampoco pretende serlo)

Conviene dejarlo claro. Si lo que necesitas es un ratón para jugar o buscas algo del tipo portátil para llevar en la mochila, este ratón no debería ser tu primera opción. Es voluminoso, relativamente pesado y su espacio natural es un escritorio. En cambio, si pasas muchas horas trabajando y notas que la muñeca se resiente, este tipo de diseño puede ayudarte más de lo que estás pensando ahora mismo.

Es cierto que su diseño implica una curva de aprendizaje y que, si nunca has utilizado un ratón ergonómico, puede que durante el primer día te resulte raro. Pero si superas esas barreras iniciales, lo más probable es que después no quieras volver al formato convencional.

En resumen

El Razer Pro Click V2 Vertical Edition es un accesorio muy bien diseñado para priorizar el confort físico durante largas sesiones de trabajo. No hace ruido, no presume de colores agresivos, ni necesita justificar su utilidad, tan solo se preocupa de ser eficiente mientras cuida tu muñeca. Esto en un mundo donde pasamos cada vez más horas frente a pantallas, vale mucho. Si estás dispuesto a invertir en ergonomía sin sacrificar precisión ni calidad, este Razer tiene cosas interesantes para ti.