Que la euforia del Mundial de fútbol no le haga olvidar que nadie regala duros a cuatro pesetas. Tampoco en internet. Con la llegada del campeonato se han disparado las estafas online relacionadas con la compra de entradas o material deportivo, y los expertos ya aventuran que conforme avance el torneo se harán más frecuentes.

Siguiendo el rastreo por las distintas páginas que han realizado en las últimas semanas los investigadores del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), la agencia anti-hackers del Gobierno, estos son los tres intentos de fraude más frecuentes y así tratan de engañar al consumidor:

1. Paquete de viajes “todo incluido” o a precios bajos: los ciberdelincuentes crean empresas o agencias fantasma que publicitan en las redes sociales con anuncios muy atractivos y elaborados que, a simple vista, no parecen falsos. Una vez que se contacta con la agencia, lo primero que hace es solicitar una cantidad económica para realizar la reserva. Una vez hecho este trámite ya resultará imposible contactar con la empresa.

2. Venta de entradas para el partido. Los ciberdelincuentes envían campañas de correo electrónico masivo ofertando entradas, bien a un precio muy bajo o bien con el viejo truco de felicitar al usuario por haber ganado entradas en un sorteo por un precio irrisorio. En ambos casos, se solicitan los datos bancarios para poder adquirir las entradas. En esta ocasión el objetivo no es tanto conseguir un dinero rápido y fácil, sino, lo que es peor, robar los datos de las tarjetas bancarias para utilizarlos de forma fraudulenta o suscribir al usuario de forma encubierta a servicios de mensajería premium. Para ello, el Incibe recomienda huir encarecidamente de cualquier página no oficial y recurrir a la página oficial de la Federacion Intarnacional de Futbol Asociación (FIFA) o entidades autorizadas por la misma.

3.Compra de la camiseta oficial. El tercer fraude recurrente, y no por ello menos lucrativo, es el de las tiendas online que venden falsificaciones de las equipaciones oficiales, aprovechando que cualquier producto oficial tiene precios elevados. Una vez realizado el pago, por supuesto, no se recibirá nunca el producto.