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ONG tachan de “atentado a la libertad de expresión” la expulsión de periodistas estadounidenses de China

Ante las “contramedidas” que enunció el lunes el gobierno del país asiático, algunas organizaciones aseguran que “podría tener graves consecuencias para la salud pública” por la crisis del coronavirus

En un momento en el que la información contrastada y veraz es imprescindible para el conocimiento de la sociedad ante la situación que vivimos, China y Estados Unidos vuelven a jugar a su duelo interminable de ajedrez. Ante las medidas de Estados Unidos sobre la prensa china en el país, que implicaron designar a medios oficiales como “misiones extranjeras” y limitar el número de trabajadores que pueden tener en suelo estadounidense, China ha “contraatacado”. El lunes pasado el país asiático anunció una serie de “contramedidas”: “No se les permitirá seguir trabajando como periodistas en China”, incluyendo Hong Kong y Macao. De esta manera, el Gobierno de Xi Jinping consideró tan recíprocas como “legítimas y justificadas” estas medidas, avisando al país gobernado por Donald Trump que podría “adoptar mas contramedidas si elige seguir por el mal camino”.

Ante esto, una serie de ONG han denunciado este miércoles la decisión de China de expulsar a una serie de periodistas estadounidenses el país: “Es un atentado a la libertad de expresión”, que, explicaron, podría “tener consecuencias" en plena pandemia mundial por el coronavirus. Asimismo, añadieron que esta decisión se contrapone a una situación en la que “la información precisa y oportuna se necesita más que nunca”. Por su parte, Joshua Rosenzweig, jefe de Amnistía Internacional en China, ha denunciado que “este vergonzoso atentado a la libertad de expresión afecta a periodistas que han desvelado la realidad de numerosas violaciones de Derechos Humanos cometidas en China”, así como a las publicaciones que han hecho “investigaciones en profundidad sobre el estallido del Covid-19 en Wuhan”.

Por otro lado, las ONG también han alertado que “esta última muestra de la sucesión de represalias mutuas entre Pekín y Washington amenaza con reducir gravemente el flujo de información exacta e independiente desde China, en un momento en el que el mundo tiene que mantenerse unido frente a la devastación causada por el virus”. Por ello, se afirman en que “la expulsión de estos periodistas podría tener graves consecuencias para la salud pública en el mundo y dentro de China”, en palabras asimismo de Amnistía Internacional. En total de acuerdo a la reacción de las ONG se ha mostrado la Federación Internacional de Periodistas (FIJ), que ha expresado su “profunda decepción” por la expulsión de periodistas estadounidenses, y consideran que supondrá “un golpe para la prensa en toda la región". “El libre flujo de información es fundamental, particularmente ante la pandemia de coronavirus”, han añadido desde la FIJ.

A pesar de las peculiaridades informativas del gobierno chino, es la primera vez que se prohíbe expresamente que periodistas puedan trabajar desde Hong Kon. Se toleraba la información independiente y crítica hacia china, a pesar de haber alguna restricción en cuanto a libertad de prensa. Por ello, esto “parece ser un ejemplo más de cómo se están menoscabando la supuesta autonomía y las supuestas libertades conferidas en estos territorios conforme al modelo de ‘dos sistemas, un país’”, indicó Rosenzweig.